Se enfrenta a seis años de cárcel por intentar prender fuego a una Comisaría en Valladolid
El acusado no llegó a encender la mecha tras ser sorprendido por agentes con todo supuestamente preparado para provocar el incendio
Se lía a puñetazos y deja inconsciente a un repartidor al comprobar que el paquete que le entregó estaba vacío
Exterior de la Comisaría de Delicias en Valladolid
Era de madrugada, una tranquila noche de un martes cualquiera del mes de febrero en el barrio vallisoletano de Delicias. Ni un alma por la calle. Las cámaras que controlan la Comisaría de la Policía Nacional captan de pronto a un individuo que salta ... la valla. Un agente lo ve y da la alerta. A su llegada, los efectivos se encuentran al imputado, junto a una garrafa de gasolina de diez litros. La mecha «no llegó» a prenderse, pero la Fiscalía tiene claro que tenía el «ánimo de causar destrucción o deflagración» en las instalaciones y pide para él seis años de cárcel.
Una hora antes el susodicho, que se sentará el 13 de diciembre en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Valladolid, había acudido a una gasolinera en la carretera de Madrid, donde compró una garrafa de plástico con boquilla flexible dosificadora que rellenó con diez litros de combustible. Tras su paso por caja, donde adquirió también un mechero, emprendió rumbo hacia la Comisaría, de acuerdo con las calificaciones previas del Ministerio Público.
Allí llegó el imputado, de 39 años, minutos antes de las cuatro de la mañana del 7 de febrero del pasado año. El relato del Fiscal apunta a que se situó junto a la valla, hizo girones un trapo (a modo de mecha) y saltó al interior del recinto de la Comisaría de Delicias por la parte del aparcamiento hasta esconderse tras una caseta de obra.
Cuando superaba el perímetro de las dependencias policiales vallisoletanas fue detectado por un agente a través de una las cámaras de seguridad. Inmediatamente dio la alerta y dos policías se dirigieron rápidamente hasta el lugar localizando al acusado, que desprendía «un fuerte olor a gasolina» y apreciando entre dos casetas de obra y apoyada sobre el pedestal de la valla, una boquilla flexible que correspondería a la garrafa que supuestamente se disponía a manipular con el trapo que ejercería de mecha.
El imputado no «llegó a encender la mecha ni prender fuego a la gasolina que portaba, si bien en las instalaciones policiales se encontraban en ese momento trabajando varios agentes por lo que existía un riesgo tanto para su vida como para los bienes de la Comisaría, existiendo varios vehículos estacionados en en lugar», señala en su escrito la Fiscalía, que le atribuye un delito de estragos en grado de tentativa y reconoce circunstancia atenuante, eximente incompleta, de alteración psíquica del imputado, que presenta un diagnóstico compatible con trastorno de la personalidad.
Por ello contempla para él la pena de seis años de prisión, y añade que podrá acordarse el internamiento por el mismo periodo en un establecimiento adecuado al tipo de alteración psíquica que padece el imputado, cuyo juicio estaba previsto para el pasado mes de junio pero fue suspendido por la huelga de funcionarios de Justicia.
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