VÍA PULCHRITUDINIS
'EsperanZa'
Ese espacio es el único que puede hacernos perder la cabeza por la igualdad, la justicia, el amor
Golpeando a Delibes
La voz silenciosa
Valladolid
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Iniciar sesiónUna buena campaña de comunicación te puede poner en el mapa de lo que existe. Un lema acertado y un par de vídeos que se hacen virales te permiten vender lo que quieras y hasta ganar unas elecciones. Poco importa lo que haya detrás, lo ... que vale es la capacidad para adaptar el mensaje con el que vender tu libro a una sociedad cambiante, capaz de entusiasmarse con algo que a los pocos meses cae en el olvido. Es aprovechar el momento de gloria hasta que el siguiente en la cola de hacer caja aparece y pasas al ostracismo.
Estos días en Zamora la iglesia católica estrena 'Esperanza', la veintiocho edición de Las Edades del Hombre. En 1988 las diócesis de Castilla y León dieron con la tecla de una de esas campañas de comunicación que fue capaz de devolver al mundo de la realidad ese brutal patrimonio que atesora nuestra tierra. Un nombre, un lema y un diseño expositivo fueron capaces de devolver al mundo de lo real aquello que había sido olvidado durante siglos. Ni las gentes de 1988 ni las de ahora entendemos el latín de inscripciones y misales pero hubo quien fue capaz de traducirlas al idioma del siglo XX e impartir catequesis en el mundo que tocaba vivir. En el siglo XXI, puede que con algún achaque atribuible a la edad de las Edades, la historia continúa. La clave de su longevidad no está en los Alejo de Vahía, los Gil de Siloé o en si este año se incorpora a Picasso, la clave está en la esperanza. Una esperanza que no sólo habla de arte o de tradiciones sino que aporta seguridad. Una seguridad que todos anhelamos en un país y en un mundo aterrado por la inseguridad que abonan visionarios y populistas. Una sociedad anclada a partes iguales en el miedo a que «ganen los otros» o que «pierdan los nuestros». La Esperanza que estos días triunfa en Zamora no tiene que ver con que la palabra la entone una Virgen sedente o un estribillo de Bizarrap. Lo acertado del lema de este año jubilar no tiene que ver con el continente sino con el contenido. La retórica nunca superada de las ideas y la verdad frente a lo transitorio de los eslóganes y la verosimilitud.
Las Edades del Hombre vuelven a hablar de lo mismo, de lo de siempre. Entre San Cipriano y El Salvador hay un espacio para lo que nos separa de los animales y nos convierte en seres humanos. Ese espacio es el único que puede hacernos perder la cabeza por la igualdad, la justicia, el amor. Las Edades no es sólo comunicación. Nada que tenga precio y pueda ser comprado por un fondo de inversión puede darnos ni hacernos actuar durante veintiséis siglos como lo hace la fe. Fe en Dios que es lo mismo que fe en los hombres, en definitiva, Esperanza.
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