Un helicóptero reanuda la búsqueda del piloto del ultraligero siniestrado, al no hallarse en el interior del aparato

Los agentes de la Guardia Civil aseguran que cuenta con «todos los medios precisos para continuar la búsqueda, que no se abandonará hasta obtener un resultado positivo»

Agentes de la Guardia Civil amarran a la orilla el avión siniestrado FERNANDO BLANCO

M. Gajate

VALLADOLID

Por aire, agua y tierra se han reanudado este martes las labores de búsqueda de Guillermo Álvarez, desaparecido desde el sábado cuando el ultraligero en el que viajaba sufrió un accidente y se precipitó al río Duero. En la jornada de ayer los equipos ... de rescate conseguían recuperar el cuerpo de su compañera de viaje, Beatriz Canto, con quien había salido en un vuelo para disfrutar a vista de pájaro del atardecer y del que nunca regresaron. El cadáver de ella se encontraba en el interior de la aeronave pero al reflotar el aparato el del piloto no estaba. Desde esta mañana la Guardia Civil peina la zona desde el lugar del siniestro hacia aguas abajo para tratar de dar con él.

«Todo el operativo estará a pleno rendimiento hasta que lo encuentren» señalaba este martes la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que explicaba como se ha replanteado la estrategia tras las labores de rescate que en estos últimos días se centraban en torno a la aeronave. Por un lado, y cuando las condiciones metrológicas lo permitan, un helicóptero de la Guardia Civil, apoyado por otro del 112, sobrevolarán la zona en busca de cualquier indicio. Por tierra, los agentes seguirán cualquier rastro en las orillas embarradas tras las crecidas de la última semana. Y sobre las gélidas, convulsas y turbias aguas del Duero, miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) inspeccionan desde la superficie, sin contemplarse por el momento nuevas inmersiones.

Se cuenta «con todos los medios precisos para continuar la búsqueda, que no se abandonará hasta obtener un resultado positivo», explican desde la Delegación que pide, además, la colaboración ciudadana y en especial a los pescadores por si pudieran apreciar cualquier detalle que pudiera ayudar a la localización de Guillermo Álvarez, edil del municipios de Geria, muy cercano al lugar en el que se produjo el siniestro, en Villamarciel.

Las condiciones metrológicas y de caudal del río tras los episodios de intensas precipitaciones hacen que la operación esté extrañando una especial «complejidad » y que «no esté exenta de riesgo», ha señalado Barcones, quien ha insistido en que no se va a «escatimar en esfuerzos» y que se buscará hasta dar con él tan aguas abajo «como sea necesario».

Fue en torno a las cuatro y media de la tarde del sábado cuando Beatriz y Guillermo se subieron a bordo del ultraligero y despegaron desde el aeródromo de Matilla, a apenas 25 kilómetros de la capital vallisoletana. Pasadas dos horas, y habiendo caído la noche saltaron las alarmas por su ausencia. A las 18.30 horas, el Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León recibía la llamada de alerta y se daba forma a un dispositivo de búsqueda que por aire y tierra trataba de seguir el rastro de la aeronave.

La búsqueda se acotó en un perímetro cercano al aeródromo -a unos 5 kilómetros- tras la información facilitada por una testigo del siniestro que habría identificado el entorno en el que habría podido desaparecer. Con los rayos de luz se pudo comprobar en ese espacio los desperfectos que apuntaban al lugar del siniestro a ras de río. Entrada la tarde, tras dos inmersiones, los buzos pudieron ver el aparato en el fondo y ayer acceder a él.

En la mañana de ayer, una nueva aproximación al aparato confirmaba el dramático destino de uno de los tripulantes, ambos experimentados pilotos y habituales en el cielo del entorno. Los GEAS comenzaban, así, la recuperación del cadáver de Beatriz Cantos, de 40 años y madre de dos niños, que ejercía de gerente de ese aeródromo al que nunca regresó.

Tras ello se produjo una nueva inmersión en busca de Guillermo Álvarez, de 54 años y padre de una niña. Había una «alta probabilidad» de que estuviera dentro, pero «no era seguro» y se requería la entrada en el aparato de los GEAS. Para ello se estudió la forma de asegurar la aeronave para garantizar que no fuera arrastrada por la corriente de un río con mucha fuerza y a una temperatura del agua de ocho grados, lo cual entrañaba un riesgo para los buzos. Finalmente, se optó por reflotarla y amarrarla a una orilla del río, comprobando ya por la tarde que el cuerpo del edil no se encontraba en el interior de la aeronave. El arnés de sujeción del piloto no estaba atado.

Con un nuevo escenario, la Guardia Civil replantea este martes su estrategia de búsqueda a la que se suman de forma voluntaria batidas convocadas por los allegados del desaparecido en el entorno del Duero, afectado en la ribera por los efectos de las crecidas.

El punto de partida es el lugar en el que se precipitó el ultraligero, que ayer sin alas ni puertas, fue amarrado a la orilla con unos arnés hasta ser extraído y retirado de la zona, en la que se aprecia un cable que cruzaba el río y ha sido seccionado. Se trata de un mecanismo ya en desuso para transportar cargas de una orilla a otra y si bien no se ha podido concretar si fue este impacto la causa del accidente, parce que tuvo un papel relevante en el mismo en cuanto a que estaba enganchado a la aeronave, ha explicado Barcones. De hecho, es el motivo por el que la misma no había sido arrasada por la corriente. Será una comisión de investigación de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la que analizará las causas del siniestro.

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