Varios furgones de la Policía Nacional han vigilado la zona en torno al número uno de la calle Federico García Lorca para evitar que los ánimos, calmados en todo momento, llegaran a caldearse. A lo largo de la mañana, de hecho, no ha habido ningún tipo de comunicación por parte del imán, que ha llegado al templo y ha mantenido una reunión en el interior con su Junta Directiva.
Tal y como recogía alguna de las pancartas y según han confirmado los manifestantes, existen contra el presidente acusaciones, e incluso denuncias ante la Policía Nacional, por «maltrato infantil». «No podemos consentir este comportamiento en nuestro representante», han asegurado, en medio de la concentración convocada, que tendrá un eco el próximo viernes.
Otra de las causas que les lleva a exigir su dimisión es el alquiler, sin contar con los miembros de la Comunidad Islámica de Salamanca, de una nave que habían adquirido con otro fin. También sobre su gestión del patrimonio, estas fuentes apuntan a la adquisición, asimismo por su cuenta, de otro local en las inmediaciones. «No quiere ni sentarse a hablar con nosotros», se han quejado.
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