Jesús López Cobos_Director de orquesta
«No es bueno tener a una orquesta huérfana de director»
Nacido en Toro en 1940, el más internacional de los directores españoles ofrece este viernes en Valladolid un concierto junto a la Orquesta de Castilla y León y con la soprano Felicity Lott
«No es bueno tener a una orquesta huérfana de director»
—Su generación tuvo que salir de España para proseguir su formación como músico. Con el tiempo usted se ha definido como «exiliado cultural» porque gran parte de su carrera se ha desarrollado fuera. ¿Es una definición o un lamento?
—Es un lamento, pues ... que duda cabe que me hubiera encantado haber pertenecido a una generación como actual, y que hubiera podido desarrollar el trabajo en mi propio país. Yo era consciente de que me tenía que marchar. De los cuarenta años que ya tengo de profesión, en España se han desarrollado diez, los siete que estuve en el Teatro Real y tres en la Orquesta Nacional. Mi actividad como director ha sido esencialmente ha sido en el extranjero.
—En los años sesenta salió de España con una beca. Ahora la situación de la música es muy diferente, con grandes auditorios, numerosas orquestas, con más posibilidades de formación. ¿Teme que con la crisis económica podamos perder gran parte de los avanzado?
—Sería una enorme pena. Todo lo ocurrido en los últimos 20 años en la música española, para los que tuvimos que irnos, ha parecido un milagro. Yo siempre tuve el miedo que faltase una tradición para que en momentos de crisis la cultura siguiera siendo indispensable. Pero lo que está ocurriendo es que ahora se corta por la cultura porque se piensa que es un lujo. Es una pena que tras los esfuerzos realizados se pueda destruir gran parte de lo avanzado.
—¿Pero no habremos sufrido también una burbuja de infraestructuras culturales?
—Es verdad que en tiempos de vacas gordas se dispone de mucho dinero y es posible que en algún sitio muy puntual se ha hecho más de lo que se requería para la demanda real de la sociedad, pero era esencial contar con infraestructuras.
—Qué le parece que ahora, con los recortes, algunos gerentes culturales apuesten por no tener director titular para su orquesta y sólo trabajar con invitados.
—Para una orquesta no es una buena idea. Si me pone entre elegir el tener dos o tres directores buenos o un director mediocre es mejor no tener titular. Pero una orquesta es un colectivo es que necesita una dirección, a alguien que aglutine todo su potencial. No es bueno tener a una orquesta huérfana de director.
—¿Qué opinión le merece la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y el Auditorio Miguel Delibes? ¿Pensó que también podrían fracasar en un momento de recortes?
—No. Castilla y León es una comunidad muy grande con un gran potencial de público. Conocí la orquesta antes del auditorio. Sabía que el auditorio era fundamental para el desarrollo de la orquesta. Es esencial para la Orquesta de Castilla y León tener un instrumento de trabajo como es la sala, que supone el 50 por ciento para su desarrollo.
—En su momento su nombre se barajó como director de la Orquesta de Castilla y León.
—Durante años se barajó para varias orquestas. Cuando acepte la propuesta del Real me plantee que en 2010, con 70 años, debía decir adiós a la titularidad de orquestas y seguir como director invitado de otras orquestas.
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