El turismo rural multiplica sus reservas con dudas sobre el aforo que podrá permitir

Luis Chico, presidente de la Asociación de Turismo Rural de Valladolid, quien confirma una tímida «reactivación» del sector tras meses con el candado echado , sobre todo en aquellos establecimientos con clientes asegurados desde hace años.

En el caso de sus asociados, más que para los fines de semana que restan a mayo, los meses que están concentran el interés de sus clientes son julio y agosto. Critica Chico que establecimientos rurales «perfectamente acondicionados» y donde se cumplen todas las medidas de seguridad anti-Covid tengan que limitarse a acoger a partir de ahora y en lo que dure el máximo nivel de alerta a ocho personas de hasta dos grupos estables de convivencia «cuando estamos viendo en casa del vecino reuniones de ocho o diez, cada uno de una familia». «¿Por qué no tienen más mano dura con estas fiestas privadas y la pagan con los empresarios del mundo rural, que hemos hecho grandes inversiones para salir adelante?», se queja vehemente.

La duda que provoca este condicionamiento de los aforos al nivel de alerta es la queja generalizada del sector, al impedir con éste saber con qué número de inquilinos podrán contar esos establecimientos más grandes de cara a a los meses más turísticos. «Tendremos que anular todas las reservas que estábamos cogiendo con las expectativas generadas por el fin del estado de alarma porque no sabemos a día de hoy cuánta gente vamos a poder recibir en nuestras casas», opina Beatriz Calavia, presidenta de la asociación de alojamientos rurales Tursoria.

Pedro Flecha, al frente de Aletur (la agrupación que aglutina a más establecimientos en la provincia de León), prevé que la apertura perimetral traerá una reactivación de la campaña turística «en una o dos semanas» , aunque en el caso de su provincia se concentrará más en verano. Después de una Semana Santa mejor de lo que esperaban gracias a las reservas de la propia provincia y de la Comunidad «desean» un verano con «alta ocupación», que cree que podría extenderse a fines de semana y puentes de otoño, una vez que la vacunación alcance el deseado 70 por ciento: «Así lo espero porque el sector está muy castigado. Hay gente pasándolo muy mal».

Considera que la nueva limitación a ocho personas y las sucesivas relajaciones si van descendiendo los niveles de alerta beneficiarán principalmente a «las casas más grandes que hasta la fecha no les compensaba abrir». Casi lo contrario opina Gerardo Otero, presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia, quien ruega a la Junta que no «criminalice» más al sector: ¿»Por qué tiene que ser igual el aforo de una casa con capacidad para diez que la que puede acoger a 40?», se pregunta este empresario, para quien las nuevas restricciones «alojamientos de 12, 16 ó 20 plazas poco tienen que hacer». En las últimas semanas, los establecimientos asociados sí que han percibido «más interés y llamadas» de clientes para hacer reservas de cara a julio y agosto, pero «el problema es no podemos concretarlas porque dependerá de cómo evolucione la situación». En este sentido, sólo ve «razonable» el «semáforo de las incidencias» para las grandes ciudades, porque «en poblaciones más pequeñas estos índices proporcionales se disparan».

«Nos gustaría tener más certidumbre» , se queja también Paco Sotalbo, desde Casas de Gredos (Ávila). Precisamente, las provincias más cercanas a la Comunidad de Madrid serán las que primero van a percibir las «positivas» consecuencias de la apertura perimetral, cree Isabel Sánchez, presidenta de la Asociación de Empresarios Gredos Norte, con más de la mitad de la clientela procedente de Madrid. Como muestra, cuenta que entre sus asociados ya hay «entre un 90 y cien por cien de reservas para el 15 y 16 de mayo». «Nos están confirmando las prerreservas que había», detalla, para quien la incertidumbre del «semáforo de la incidencia» es «inevitable»: «Ahora toca adaptarnos y no dramatizar; vamos a poder trabajar, que es lo importante», concluye.