ELECCIONES CASTILLA Y LEÓN
El socialista que pudo 'reinar'
El líder del PSOE de Castilla y León vive su semana más triste al quedarse por tercera vez a las puertas de gobernar
El socialista Luis Tudanca, cuando compareció el domingo tras los resultados electorales
Tened claro que otros vendrán y que harán más y lograrán que el cambio llegue a esta tierra, porque esta tierra lo merece». Son palabras que Luis Tudanca, visiblemente emocionado, pronunció en la noche del domingo cuando las urnas colocaron al PSOE como segunda ... fuerza política , por detrás del PP, con 28 procuradores, siete menos de los obtenidos en 2019. El candidato socialista y secretario autonómico de la formación no pudo contener las lágrimas ni ‘romperse’: «Lo he dado absolutamente todo, me he vaciado trabajando por esta tierra, a la que tanto quiero, pero no ha sido suficiente». Sus palabras sonaron a despedida mientras la secretaria de Organización, Ana Sánchez, le rodeaba por los hombros tratando de trasmitir el apoyo de los suyos, en el que sin duda ha sido el momento más duro de su carrera política.
Tudanca ve así cómo por tercera vez se le escapa la Presidencia de la Junta, después de que la primera, en 2019, casi llegase a tocarla. Con la moción de censura de marzo de 2021 la soñó, pero el domingo se esfumó del todo y devolvió al PSOE al segundo lugar para convertir así lo sucedido en las anteriores elecciones autonómicas en poco más que un espejismo.
Aquel 26 de mayo de hace dos años y medio, los socialistas fueron la fuerza más votada en la Comunidad y se dibujó un escenario completamente inédito en una Comunidad que, desde 1991, una vez constituido el actual PP, había sido el granero de votos de los populares, hasta el punto de que en algunos comicios casi llegó a tener el respaldo del 50 por ciento de las papeletas.
Pero la cita de 2019 parecía que iba provocar un punto de inflexión con los socialistas como primera fuerza política después de una campaña en la que Ciudadanos repitió hasta la saciedad que había que acabar con 30 años de gobiernos populares. Pocos dudaban del pacto PSOE-Cs para hacer presidente a Luis Tudanca.
Aquella noche de primavera, tras el escrutinio, el candidato socialista fue claro: «Aceptamos y acatamos el mandato de los castellanos y leoneses para gobernar Castilla y León. El PSOE tiene esa responsabilidad». Sin embargo, la afirmación tanta veces repetida durante la campaña de que al PSOE le «tocaba» por fin el Gobierno de la Junta se truncó cuando las direcciones nacionales de PP y Ciudadanos acordaron un Gobierno de coalición y Francisco Igea, el candidato de la formación naranja, se plegó a los deseos de sus superiores orgánicos.
Nunca había estado el PSOE de Castilla y León tan cerca desde que gobernara Demetrio Madrid, pero finalmente se les escapó, lo que generó una frustración que se ha evidenciado durante los dos años y medio de la legislatura ya acabada y en la que los socialistas no dejaron de repetir que eran la primera fuerza política de la Comunidad.
En esto llegó marzo de 2021, en plena pandemia, cuando una estrategia diseñada desde Ferraz puso el foco en los gobiernos de Murcia, Madrid y Castilla y León para, a través de mociones de censura, arrebatar el gobierno al PP gracias a los apoyos de sus entonces socios de Ciudadanos.
En ninguna de las tres comunidades Pedro Sánchez consiguió su objetivo, pero Luis Tudanca no duda en presentar la iniciativa parlamentaria y acarició por unos días la posibilidad de entrar en el Colegio de la Asunción por esta vía. Pero la aritmética es contundente y, a pesar del susto que el PP no pudo ocultar, sobre todo cuando María Montero dejó Ciudadanos y se convirtió en no adscrita, la moción fracasó. La gran incógnita, para la que aún no ha habido respuesta, fue saber cuántos procuradores pensaba -o creía haber ‘convencido’- Tudanca que podían seguir los mismos pasos de Montero para que la iniciativa prosperase. No sólo fracasó, sino que dio al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, uno de los argumentos que esgrimió el pasado mes de diciembre para justificar el adelanto electoral: alertaba el riesgo a que, pasado un año, el PSOE volviese a intentarlo con una nueva moción de censura o que otra pudiera ponerse antes en marcha con nuevos tránsfugas.
Ahora con los resultados electorales, Tudanca se queda sin opción alguna de formar gobierno. Tras obtener 28 procuradores, la suma del resto de formaciones (excluida Vox) le aportaría nueve escaños más, una mayoría insuficiente, porque los de Abascal -al contrario de Cs- nunca darían sus votos al PSOE.
No es de extrañar el ‘bajón’ del candidato socialista en la noche electoral tras conocer los resultados y consumarse una derrota que, por tercera vez, le dejaba fuera de alcanzar el Gobierno castellano y leonés. Mayor, incluso, que cuando en 2015 obtuvo los peores datos en unos comicios autonómicos al conseguir apenas 25 procuradores.
Y ahora ¿qué? Luis Tudanca barajó dimitir. Lo reconoció el pasado martes pero, finalmente, no lo hizo. «Sigo en pie , sigo adelante liderando al PSOE de Castilla y León», aseguró, y justificó su decisión en el apoyo del partido, «de abajo a arriba» que le ha pedido continuar a los mandos de la nave. También la dirección nacional, incluido Pedro Sánchez, mostró públicamente su apoyo al líder castellano y leonés. Pero la realidad es que su salida en un momento como el actual dejaría al PSOE de Castilla y León casi a la intemperie, con las elecciones municipales en 2023, las nacionales un año después -o antes- y, quien sabe si este mismo verano una repetición en Castilla y León que, de producirse y salvo sorpresa mayúscula, le llevaría a presentarse por cuarta vez como candidato a la Presidencia de la Junta.
Además, dos meses y medio después de haber sido reelegido como secretario autonómico del PSOE (cargo al que llegó en octubre de 2014) no parece ser el mejor momento para abrir el melón de una sucesión y de celebrar un nuevo congreso cuando nadie ‘suena’ para coger el testigo . A día de hoy, las únicas opciones pasan por la sucesión ‘natural’ que marca del partido, la vicesecretaria, Virginia Barcones, o la secretaria de Organización, Ana Sánchez, una vez que el que fuera delegado del Gobierno en la Comunidad, Javier Izquierdo, dio el salto definitivo a Ferraz. Así que, de momento, toca seguir.