La mejor médica del mundo: «Siempre hay que ponerse en los zapatos del enfermo»

Casado ya había sido nombrada mejor médica de familia de Europa en 2017 y mejor médica de familia de Iberoamérica en la primavera de 2018. Se trata de un reconocimiento que se otorga a una persona profesional de la medicina de familia que destaca en múltiples campos, tanto como proveedor de asistencia y comunicador, como por su capacidad de tomar decisiones éticas y coste-efectivas orientadas a la mejora de la asistencia.

Sorprendida por algo «tan grande y extraordinario», Casado explicó a ABC que se reparte el día «haciendo muchas horas de trabajo» y que investiga «fuera del horario laboral». Aunque intenta «dedicar el tiempo que cada paciente necesita», reconoce que «la media que nos conceden nuestras agendas son solo de ocho minutos» ya que atiende a una media de 35 o 40 usuarios al día, lo que califica como «una barbaridad». Además, lamenta que la crisis «nos ha tocado un montón», especialmente a la atención primaria «con una disminución clara de recursos».

A sus alumnos intenta transmitirles que lo que hace competente a un médico «no sólo es tener conocimientos». «Lo que nos hace grandes es el humanismo, la profesionalidad, la ética e incluso las habilidades comunicativas. Si no te pones en los zapatos de un paciente difícilmente vas a ser un médico competente». Pese a las dificultades económicas y el trabajo asfixiantes (más aún con el envejecimiento de la población) Casado ve «mucho futuro» y eso «me consuela». «Hay ilusión y ganas de trabajar entre nuestros residentes. Hay cantera, pero el problema es que no se les puede fidelizar si con empleos precarios. O cuidamos este aspectos o tendremos más problemas».