Peñaranda y Bastos conquistan Almorox con grandes zocatas

Alejandro Peñaranda demostró las poderosas cualidades que atesora. Centrado en todo momento y con un gran sentido de la lidia, fue capaz de imponerse a su primer ejemplar, nada claro, al que consiguió someter por el lado derecho. Aunque el punto fuerte de su tarde vino con el quinto. El conquense construyó una faena de menos a más por ambos pitones, colmada de temple y rotundidad, llegando los mejores pasajes de su labor en dos tandas al natural de mano muy baja. Consiguió, tras una buena estocada, pasear las dos orejas de un animal de vuelta al ruedo.

Diego Bastos también se subió al carro del triunfo en otra importante faena frente a un interesante sexto novillo de Río Grande. Comenzó con sinceridad y sin probaturas, echándose la pañosa a la zurda para enjarretar tres tandas de naturales, muy encajado y con los vuelos abiertos, dándole ese toque de toreo sevillano y reposado. El novillo no permitió tantas facilidades por el derecho, por lo que volvió a la mano izquierda para dejar una serie final de frente y componiendo la figura que terminó por confirmar una gran actuación. La estocada, algo baja, no le impidió pasear las dos orejas.

Abrió la terna Kevin de Luis, que no estuvo acertado en la lidia de ninguno de sus dos novillos. El sevillano no terminó de acoplarse ni con el imponente primero de Couto de Fornilhos, del que desaprovechó un buen pitón derecho, ni con el noble pero áspero cuarto, al que alargó la faena en un mar de muletazos deslucidos.

Plaza de toros de Almorox, Toledo. Casi tres cuartos de entrada. Novillos de Couto de Fornilhos (los tres primeros) y Río Grande (los tres últimos), muy bien presentados y de gran juego en general, destacando al quinto de la tarde, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

- Kevin de Luis, de fucsia y oro: silencio tras aviso en ambos.

- Alejandro Peñaranda, de azul marino y oro: silencio tras aviso y dos orejas.

- Diego Bastos, de azul pavo y azabache: silencio tras aviso y dos orejas.