Vacas felices, carne de calidad

La Finca de Calzada de Oropesa son 500 hectáreas de dehesa situada a los pies de la Sierra de Gredos , en un enclave inmejorable para la crianza de ganado, en la que han invertido unos cinco millones de euros. En una primera fase se ha dotado y preparado la finca con las instalaciones necesarias para la producción de carnes rojas, pero en un futuro se prevé destinarla también a la crianza de terneras jóvenes, entre otras actividades.

Los animales de raza pura Simmental se crían en Calzada de Oropesa con los pastos naturales del suelo y se complementa su alimentación con los nutrientes necesarios, siempre según la filosofía y alimentación habituales de La Finca, un referente en innovación alimentaria. En 2017 apuesta por ofrecer al consumidor carnes todavía más saludables con la incorporación de nuevos ácidos grasos de alto oleico a la alimentación de sus animales.

De esta forma, La Finca duplica su capacidad productiva de carne roja de calidad lo que a día de hoy le permite abastecer con continuidad la demanda de hostelería y alimentación. Además, la ampliación supone para Castilla-La Mancha la llegada de una empresa puntera que ha dinamizado el sector cárnico de calidad y situado la marca «La Finca» a la cabeza.

La Finca Jiménez Barbero es un referente en producción de carne de calidad en España. Cuenta con una finca en Colmenar del Arroyo (Madrid), inaugurada en 2013, donde se ubica su principal núcleo ganadero, así como sus instalaciones principales; lo que le permite controlar todo el ciclo productivo y poder asegurar un producto de máxima calidad (Fabrica de Alimentación, Control de Calidad, Espacio Gastronómico, Centro de Elaboración, Corte y Envasado y Departamento de I+D); fincas en Portugal dedicadas a vacas nodrizas y las nuevas instalaciones de Calzada de Oropesa, destinadas en una primera fase a la cría de carne roja proveniente de vacas de raza pura Simmental.

La Finca se mantiene fiel en su objetivo de convertirse en la mejor ganadería de vacuno del mundo así como a sus principios productivos: respeto a los animales, seguridad en el producto final y cuidado del medio ambiente. Su fin es crear «La carne de la felicidad» a través del cuidado y la supervisión de todos los elementos. Para ello se ha generado un proceso en el que se vigilan la raza, la alimentación, la sanidad y el bienestar de los animales.

Las vacas comen pienso a base del mejor maiz, cebada, centeno, avena, trigo y soja. El resultado es un producto sano y equilibrado que aportan los nutrientes que necesitan para mejorar su calidad de vida y otorga a la carne unas características excepcionales.