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Mariano Calvo

El día más libre del año

La literatura no consiste en otra cosa que en convertir el desorden de la vida en un orden de palabras

Cuando el hombre primitivo asomó por primera vez la cabeza fuera de su cueva, lo primero que hizo fue empezar a poner nombres a las cosas. Aquel esfuerzo roturador fue el primer ejercicio literario de la humanidad, y desde entonces parece que el género humano ... se hubiera propuesto traducirlo todo a palabras. Desde lo más grande a lo más pequeño, todo debe tener nombre. ¡Si hasta tiene nombre esa bolita que hay dentro de los cascabeles!: “escrupulillo”.

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