El debate sobre la prostitución y la bronca marcan el Pleno municipal de Toledo

En esta ocasión ha sido Txema Fernández, portavoz de Izquierda Unida, el que ha arrancado la función pidiendo que se eliminen del acta de la última sesión plenaria las palabras «Perro Sánchez». El alcalde, Carlos Velázquez, conciliador, dijo que se haría constar, mientras que el concejal de Vox, Juan Marín, que había soltado la expresión, aceptó la supresión, aunque no sin antes aclarar que lo dijo porque los concejales socialistas llevaban chapas con ese lema.

El duelo estelar volvió a correr a cargo de José Manuel Velasco (PP) y Noelia de la Cruz (PSOE), los verdaderos especialistas en choque dialéctico de este mandato. Velasco acusó a la concejala de vivir instalada en el no por el no, de tener «planteamientos destructivos» y hasta se permitió señalar su «cara de persona de mala conciencia».

En sus intervenciones, la portavoz socialista no dudó en cargar contra la gestión municipal del regidor, al que responsabilizó, por ejemplo, del parón de la Ronda Sureste retrotrayéndose a la etapa de Carlos Velázquez como cargo de confianza de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha. «Guardó el proyecto en un cajón durante su etapa como portavoz de Sanidad en el Gobierno de Cospedal», aseguró De la Cruz para exigirle que asuma responsabilidades y «haga la parte que corresponde al Ayuntamiento, dotando de presupuesto el arreglo y acondicionamiento de las calles Vía Tarpeya y Ventalomar, que son de titularidad municipal».

El PSOE, además, no perdió ocasión de afear al PP la falta de proyectos para la ciudad. La concejala socialista Ana Abellán lo escenificó con un gesto teatral: mostró un mini post-it y aseguró que le sobraba espacio para anotar las «grandes obras» de la actual gestión municipal. La lista, según ella, cabía en esas diminutas líneas: «una bandera, una ducha y unos baños portátiles».

Por si faltaba algún ingrediente, el debate sobre prostitución puesto sobre la mesa por IU trajo nuevas chispas. Vox acusó a IU de presentar una moción calcada de la Generalitat Valenciana, un corta y pega destapado por la vicealcaldesa Inés Cañizares. «No hay constancia de un problema real con la prostitución en Toledo, quizá porque no gobierna el PSOE donde sabemos que algunos de sus afiliados y cargos eran grandes consumidores de este servicio«, dijo, para añadir que como grupo municipal »no vamos a avalar un texto copiado de internet y sin ningún trabajo detrás«.

Por su parte, el PP siguió la misma línea que sus referentes nacionales, poniendo el acento en la supuesta hipocresía del PSOE. Los 'populares' acusaron a los socialistas de carecer de legitimidad moral para liderar iniciativas abolicionistas, recordando que, a nivel nacional, su partido está salpicado por casos judiciales y mediáticos en los que la prostitución ha sido clave, para defender que cualquier ordenanza contra la prostitución que presente la izquierda no es más que un gesto simbólico que busca «mejorar su imagen».

Al final, tomó la palabra un joven representante de la Unión Popular de Estudiantes para solicitar que el Teatro Municipal de Rojas incorpore descuentos y bonificaciones para jóvenes y estudiantes, facilitando así el acceso a la cultura en Toledo.

Y en esa clave teatral se desarrolló el Pleno. Los asistentes que ocuparon sus butacas en la zona de público se marchaban con la sensación de haber asistido a una obra de teatro donde los actores se saben el papel de memoria, porque el salón de Plenos nunca se queda sin función.