La Princesa Leonor deja atrás el tratamiento de Alteza Real en su primer día como cadete en la Academia Militar

La Princesa Leonor llegaba a 'la General' a las doce del mediodía, la hora límite que tenía para poder presentarse en las instalaciones de la academia. La Familia Real se desplazó hasta allí en dos coches. En el primero, con el estandarte carmesí del Rey, viajaban Don Felipe y Doña Letizia. En el segundo, con el color azul de la Princesa de Asturias, Doña Leonor y la Infanta Sofía.

En la puerta, afirmó que estaba «un poco nerviosa» y que tenía «muchas ganas» de que llegase este día. Junto a ella, Don Felipe y Doña Letizia se mostraban también emocionados y muy orgullosos, conscientes de que este día marcará un antes y un después en la vida de su primogénita. «Un poco de nervios hay que tener», aseguró Felipe VI, que lució el uniforme de uso diario de verano del Ejército de Tierra.

Junto a los dos pabellones principales de la academia —justo antes de llegar a las pistas de atletismo y los campos de rugby y de fútbol— Doña Leonor era recibida como una alumna más por el director general de la Academia General Militar, Manuel Pérez López. En ese preciso momento —antes de entregar el DNI, firmar su ingreso en la academia y en el libro de honor de ‘la General’— antes de entregar el DNI y firmar su ingreso en la academia, la Princesa de Asturias dejaba también atrás el tratamiento de Su Alteza Real al ser recibida como cadete Borbón a secas. Tras esta bienvenida inicial, la joven regresó al coche, cogió su maleta de ruedas y se despidió de sus padres y de su hermana.

Los Reyes y la Infanta permanecieron allí una hora. Doña Letizia no pudo contener la emoción y se le escaparon las lágrimas. «Le damos todo nuestro ánimo para que los primeros días que serán duros los supere con ganas, paciencia y esfuerzo», declaró Felipe VI antes de marchar.

Tras la despedida, Doña Leonor se dirigió a la camareta que compartirá con otras nueve compañeras. Está previsto que esta tarde pase por la sastrería de la academia, donde recogerá los uniformes de deporte, instrucción y de gala. De no llevar el peinado reglamentario, visitará también la peluquería. Allí le enseñarán a hacerse el moño, obligatorio para las mujeres del Ejército.

Así, mientras esta mañana en Madrid se constituían las Cortes Generales en un contexto político incierto, en la Academia General Militar de Zaragoza la primogénita de Felipe VI cumplía con sus deberes constitucionales al iniciar su formación castrense. Un día muy importante en la vida de la Princesa Leonor que, al ser todavía menor de edad y no haber jurado la Constitución como Heredera de la Corona, desde la Casa de S.M. el Rey han considerado como un acontecimiento privado, de ahí que no aparezca en la agenda de actos oficiales de los miembros de la Familia Real. Pero al tratarse de un acontecimiento de especial interés informativo —ya que se trata del inicio de la formación militar de la futura jefa de las Fuerzas Armadas— sí han facilitado el acceso a fotógrafos, periodistas y reporteros gráficos, a quienes han pedido colaboración para que la cobertura de prensa sea compatible con el respeto a la privacidad del conjunto de las familias del resto de alumnos que hoy también ingresaban en la academia.

Cuando faltan muy pocos meses para que la Princesa Leonor alcance la mayoría de edad, la joven encara su formación militar con «ilusión», «entusiasmo» y «muchas ganas», tal y como declaró a principios de julio en la entrega de los Premios Princesa de Girona. Ha crecido escuchando a su padre contar anécdotas sobre los años que pasó en las tres academias y ya se la vio el pasado 7 de julio en esta misma academia muy emocionada. Aquel día acompañó a su padre a la entrega de los Reales Despachos de teniente y Felipe VI afirmó que la había visto «muy atenta, tomando nota y casi, casi ya con el himno aprendido».

Desde el Palacio de la Zarzuela se ha diseñado para la Princesa de Asturias un plan de estudios muy parecido al que recibió en su día Felipe VI. Durante los tres años que durará su formación militar, la Heredera de la Corona y futura jefa de las Fuerzas Armadas contará con la supervisión de la teniente coronel del Cuarto Militar del Rey, Margarita Pardo de Santayana, quien será su tutora.

A lo largo de este curso 2023-2024, en Zaragoza, la cadete Borbón estudiará dos años en uno. Entrará en primero y, tras jurar bandera el 7 de octubre, pasará a segundo curso y con esta promoción será con la que volverá dentro de cinco años para recibir el despacho de teniente de Infantería, la misma especialidad que recibieron su padre y su abuelo Juan Carlos I.

Una vez finalizado su primer curso en la academia del Ejército de Tierra, Doña Leonor continuará el año que viene en la Armada, donde ingresará como Guardiamarina en la Escuela Naval Militar de Marín, en Pontevedra. Allí se embarcará en el Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano para un viaje de instrucción que le ocupará gran parte del año. La Princesa completará su formación castrense en el Ejército del Aire y del Espacio, donde se incorporará a la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia, como alférez.

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«España se puede sentir muy orgullosa de sus Fuerzas Armadas, que están haciendo un trabajo magnífico en España y en el mundo», afirmó la ministra de Defensa, Margarita Robles, hace unos días desde la academia de Zaragoza, a donde acudió para supervisar su puesta a punto para el nuevo curso. Desde allí añadió que es «muy bueno» que la Princesa de Asturias las «conozca» y las «valore» estando, además, «desde el principio con sus compañeros». Destacó, además, que «la formación militar es muy exigente y demandante» y que otorgará a la futura jefa de los ejércitos «cualidades de liderazgo» y, sobre todo, «de valores, de humanidad y compañerismo» que «son muy importantes».