VOLCÁN LA PALMA
La Palma, una cicatriz que aún duele cuatro años después del volcán: «Lucho por recuperar aquella antigua ilusión»
La aceptación del recurso abre por vía judicial la posibilidad de conocer las reuniones de los días y horas previas a la erupción
Laura Bautista
Canarias
«¿Te sientes bien en donde vives ahora?», le pregunta una mujer a Lucía Rosa aunque, sin casi responder y sin haber preguntado, ya ella miró para el suelo con los ojos anegados y le soltó: «Yo solo sería feliz si viviera en su casita ... de antes«, porque aunque en su nueva casa ve el mar »para qué lo quiero yo si no lo miro«.
Lucía Rosa González, escritora y vecina de Todoque, confiesa a ABC que «antes volvía de un viaje con la ilusión de llegar a casa, abrir las ventanas, revisar los anturios, caminar por las huertas pero, después del volcán, desde el día anterior a la vuelta, lucho por regresar con ganas, por recuperar aquella antigua ilusión«. Inconscientemente, lamenta, »siento un incomprensible rechazo a volver«.
Han pasado cuatro años desde que la tierra se abrió en La Palma, tragándose más de 1.345 casas y tres barrios. «Aunque la capacidad de resiliencia nos permita reinventarnos, es cierto que las huellas del volcán no son invisibles«, expresa.
«Hay gente que ha envejecido de repente, y notas que han sido afectadas por el volcán aún sin decir nada». Quienes antes eran vecinos hoy se encuentran fortuitamente por la calle porque sus barrios fueron sepultados por la lava y tuvieron que iniciar una nueva vida lejos del que sienten como su casa.
«La mente es poderosa y actúa según su criterio. Solo lo entiende la gente que lo ha vivido».
Aunque han pasado 365 días más, y ya son 1.460 desde aquel fatídico 19 de septiembre de 2021 nadie en la Isla Bonita puede olvidar, al menos no del todo.
«La herida va a quedar para siempre, eso te marca y fue mucho el sufrimiento, grande la herida y va a permanecer para toda la vida«. Así lo cree Vanessa García, responsable territorial de Cruz Roja en La Palma y vecina de El Paso. »Ahora estamos en otro punto, porque después de recibir las compensaciones se respira otro ambiente más calmado«, aunque por los problemas derivados de la inflación »ahora el dinero que les han dado no a todos les alcanza para comprar«. Vanessa está especialmente preocupada por la sensación de incertidumbre de los mayores, porque »ahora que les han dicho que deben abandonar las viviendas provisionales, y aún habiendo cobrado, no se sienten con fuerzas para comprar o construir su nueva casa«. Una persona joven »puede emprender, moverse, crear un nuevo camino, pero los mayores se ven perdidos«.
Cruz Roja La Palma mantiene activo el proyecto 'Cruz Roja te escucha' de ayuda emocional para afectados por el volcán, que son el 90% de los usuarios, además de otros programas para mayores que buscan «evitar el desarraigo» que sienten al quedar sin su barrio de toda la vida. También hay programas para menores, campañas para material escolar, refuerzo educativo, entretenimiento, transporte, así como proyectos de empleo y empoderamiento femenino.
«La ilusión me ayuda a pasar página»
Ricardo Camacho se confiesa «un privilegiado», ya que después de perder su casa bajo la lava del volcán de La Palma tiene una nueva ilusión que le ayuda a pasar página. Él recibió la primera licencia para construir sobre la lava, encima de la casa que devoró el volcán en abril de 2023. Hoy, más de año y medio después de esa gran noticia su casa ya está terminada y aunque «no es lo mismo», ha renovado la ilusión con un nuevo proyecto en el mismo lugar donde el volcán se lo quitó.
Se considera con suerte porque aunque el volcán arrasó con su vivienda en el cruce de La Laguna, «si miro para allá» - dice señalando hacia el centro del pueblo - «casi, casi, no ha cambiado nada». Para el lado opuesto, solo hay lava y el ir y venir de obras de otras viviendas que como la suya plantan cara a las coladas. Tenía los papeles en regla y a mano, lo que le agilizó los trámites, algo que, confiesa, no le ha ocurrido a muchos de sus vecinos que se han visto envueltos en una pesadilla de papeleo tras el volcán. «He vuelto a empezar», señala, poniendo la esperanza y la ilusión por delante de la nostalgia. Para él, «hubo luz al final del túnel».
Apenas a un kilómetro vivía Rayco Leal, que no tuvo la misma suerte. Desde la carretera puede ver el punto en el que cree que estará su casa en Todoque, en la distancia y en medio de una mancha negra que devoró el barrio. Vivían varias unidades familiares en una misma edificación, por lo que al recibir la construcción una ayuda única para el propietario, se quedó sin nada. «Yo personalmente no he recibido ayudas y la que llegó fue muy desigual«, lamenta. A nivel general, el reparto de ayudas no ha llegado a todos y eso »me parece muy mal, me pasó a mi y en otros casos que conozco de vecinos y familiares que también perdieron las casas con el volcán«.
Se ha comprado una casa en el municipio de Mazo, por su cuenta, con su dinero y con mucho esfuerzo. Confiesa que «se me va a hacer un poco raro» vivir tan lejos del que fue su hogar.«Yo hubiera preferido haber comprado por el oeste en cualquier otro sitio», pero la especulación y la falta de vivienda en la zona no lo pone fácil.
«El volcán no ha terminado»
El alcalde de Los Llanos de Aridane, Javier Llamas, lo tiene claro. «Este 19 de septiembre es una fecha para recordar que en La Palma el volcán no ha terminado». Desde el Ayuntamiento «hemos acelerado la reconstrucción y los avances son visibles» como «el colegio de La Laguna que ya está en marcha, se desmontan las viviendas contenedor, Puerto Naos vuelve a la vida, su colegio recupera las clases, construimos 120 viviendas sociales después de décadas y se reactiva la recuperación del cementerio de Las Manchas», pero aún así, confiesa, «queda camino».
Los daños municipales «ascienden a 99 millones de euros y necesitamos que el Estado aporte los 33 millones pendientes para no frenar». Para el alcalde, esta es la única manera de que «todas las familias afectadas recuperen sus proyectos de vida».
La misma idea comparte el presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez, que asegura que la reconstrucción avanza «poco a poco por la falta de los recursos comprometidos por el Estado, que no se ejecutan en tiempo y forma, sobretodo porque afecta a las personas«. En el primer pago, que sí fue completo, se abonaron las ayudas para todas las primeras viviendas, menos 25 que están en periodo de subsanación, pero la segunda fase, relativa a fincas, segundas viviendas, infraestructuras de turismo y economía va con retraso porque »el Estado no ha ingresado las anualidades de 2024 y 2025.
La falta de ese dinero «ralentiza» y sobre todo crea «una incertidumbre en personas que llevan ya cuatro años sufriendo, y esa es la peor sensación del mundo». Ese compromiso de España «se disipa, y veo que se priorizan otros intereses por colores políticos y no pensando en las personas».
Ante las reclamaciones para este abono, «no hemos tenido respuesta, nos hemos endeudado para no parar la reconstrucción«. El Cabildo, ha lamentado, »ha tenido que parar el plan de las infraestructuras sociosanitarias en una isla envejecida que las necesita para priorizar la reconstrucción«.
Los vecinos que «han podido empezar a sanar son los que han empezado a reconstruir su vida« porque hay otros que siguen »en esa situación de incertidumbre«. Rodríguez advierte hay un daño importante en »salud mental y ante eso hay que inyectar esperanza« y que »aquello comprometido llegue a la isla«.
La Palma, «necesita una economía estructurada, no momentáneamente, sino estable», además de avanzar en otras prioridades como la energía, la mejora de los recursos hídricos, la conectividad o la formación.
El problema de la vivienda es algo que a Rodríguez le preocupa, y aunque ya se han adquirido 69, y se espera llegar a 100 antes de final de año para el alquiler social, aún hay 550 familias que las necesitan. Se ha desmontado el contenedor 11 de las viviendas provisionales a medida que los afectados han ido encontrando una solución habitacional, pero hace falta dinero y decisión.
«Con dinero, se puede solucionar» y en este sentido el presidente insular es contundente: «Es algo que está claro, o se apuesta o no se apuesta».
Saber qué pasó
La Plataforma de Afectados Cumbre Vieja ve aún «insuficiente« la reconstrucción de La Palma cuatro años después y reclama respuestas para los muchos interrogantes que siguen en el aire. »¿Serán compensados los propietarios de los bienes próximos al volcán cuando sea declarada la zona del cono volcánico y alrededores como espacio protegido?«, se preguntan, porque en la práctica »significa una expropiación«, si se modificará la obligación de los propietarios de costear la urbanización de su parcela, o si aumentará el valor de 44 euros el metro cuadrado de la compensación de las fincas agrícolas.
Igualmente se preguntan si se concederán subvenciones a los afectados por la elaboración de los proyectos de viviendas y de fincas rústicas, si el Gobierno de Canarias estimará los recursos de reposición interpuestos por los afectados contra la valoración de sus viviendas, si se allanará el Gobierno de Canarias a los recursos contencioso-administrativos presentados por numerosos afectados por la insuficiente valoración de las compensaciones de sus propiedades sepultadas.
La plataforma también exige al Gobierno central que realice la transferencia de los millones comprometidos para La Palma para seguir abonando las compensaciones por fincas agrícolas. A pesar de todo, hay motivos para ver la luz, ya que consideran un «hito» la próxima aprobación de la Ley de Volcanes.
Otra noticia que celebran los afectados del volcán de La Palma es la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) de admitir a trámite el recurso contencioso-administrativo presentado por la Asociación Tierra Bonita contra la negativa de la Dirección General de Emergencias del Gobierno canario a entregarle copia de las actas y grabaciones de las reuniones de los comités científico y de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas (PEVOLCA) en los días y horas previos al inicio de la erupción.
Se abre así una opción en vía judicial para conocer la documentación «fundamental» que permita esclarecer por qué no se avisó a la población de que el riesgo eruptivo se había desplazado hacia el norte del Valle de Aridane debido a la migración del magma, un dato que los científicos ya conocían. También buscan aclarar por qué no se elevó el semáforo volcánico de amarillo a naranja ni se ordenó la evacuación preventiva, a pesar de los claros indicios de inminencia, según reconocieron en declaraciones públicas diversos miembros del comité científico una vez iniciado el proceso eruptivo.
85 días y 8 horas, sentidos en 8.652 terremotos, 1.218,8 hectáreas sepultadas en lava en 68,9 kilómetros de perímetro, 1.345 viviendas sepultadas, tres barrios arrasados. Los datos del volcán Tajogaite siguen latiendo bajo una cicatriz que, cuatro años después, aún no se ha cerrado en el alma y en la memoria colectiva de la isla.
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