La amplia red de senderos que recorren auténticas joyas naturales como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente han convertido a la isla en el destino predilecto de los amantes de la naturaleza y del trekking.
Declarada por la Unesco reserva de la biosfera en 1983, no existe un litoral tan singular como el de la isla canaria, cuya oferta para veraneantes amantes de las aguas del Atlántico, se extiende por playas de arena negra, pozas, piscinas intermareales y charcos.
Uno de los muchos ejemplos se encuentra en la cala Charco Verde, en el suroeste de la isla apenas a dos kilómetros de Puerto Naos, rodeada por acantilados y plataneras, pero de fácil acceso. Sus tranquilas aguas y los servicios disponibles, como duchas o chiringuitos, la hacen perfecta para pasar un día en familia en esta época estival y de calor.
Cuenta con dos tramos de playa, separados por un peñasco en el que permanece una imagen de la virgen del Carmen - en los que se disfruta de aguas limpias en sus 250 metros de arena negra volcánica. Unos escalones conducen además a un pequeño altar.
El Charco Verde, además de ser de fácil acceso por carretera, dispone de aparcamiento. Además del baño y de la práctica de buceo, es más que recomendable contemplar los atardeceres desde su orilla. Se trata de una playa distinguida con la Bandera Azul, un símbolo de alta calidad y excelencia en cuanto a la limpieza del agua, la seguridad, la gestión ambiental y la oferta de servicios.
Cala de Charco Verde
Charco Verde se encuentra en el suroeste de la isla de La Palma, a unos 2 kilómetros de Puerto Naos. Para llegar hasta ahí, puedes tomar la carretera LP-213 desde Los Llanos de Aridane hacia Puerto Naos, y luego seguir las indicaciones hacia El Remo.
Hay dos zonas de aparcamiento gratuitas cerca de la playa, desde donde se puede acceder fácilmente a través de un camino asfaltado.
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