La apuesta que perdió Dimas Martín
Hace un año, en su última comparecencia pública, Dimas Martín retó a las fuerzas de seguridad a que demostraran que se había enriquecido ilícitamente. Alguien debió tomarse en serio la apuesta.
Martín lanzó esa bravuconada después de que la Justicia le retirara el tercer ... grado penitenciario porque no está pagando los 2,5 millones que desvió del Complejo agroindustrial.
Un año después, la Guardia Civil considera que el patrimonio de Dimas Martín en 48 propiedades distintas puede sobrepasar los siete millones de euros y que para ocultarlas utilizó hasta ocho testaferros, todos detenidos ente el viernes y el sábado.
El líder del PIL era el eje sobre el que se movía una de las tramas investigadas en la Operación Unión, la del cobro de comisiones ilegales a empresarios a través del Ayuntamiento de Arrecife y el amaño del Plan General de Ordenación, pero también participaba en la otra, relacionada con una operación urbanística en Yaiza. Se le detuvo en la cárcel y se le imputan más de diez delitos, entre ellos el de asociación ilícita.
Ahora, en la Operación Jable, se le ha vuelto a detener en la prisión de Tahiche, se le imputan nuevos delitos y también es el centro de una de las dos tramas.
Personas implicadas
La Guardia Civil ha seguido la pista del dinero de Dimas Martín y de sus propiedades y ha encontrado que Martín estaría utilizando a personas afines para ocultar su patrimonio.
Entre esas personas está su propia hija Susana, su antiguo chófer, Carlos Matías Curbelo, un empresario vinculado al PIL desde hace años, José Ramón Vizcaíno y el joven Samuel Lemes, que trabaja en la empresa de su padre, subcontrata de Inalsa, que ha sido el gran cortijo de Dimas.
Pero también estarían implicados dos empresarios hoteleros andaluces con intereses también en Lanzarote, del Grupo Hoteles Playa, cuya participación en ese entramado podría ser clave, según la investigación.
El abogado y ex consejero de empleo, Francisco Rodríguez Batllori, también detenido, podría ser un hombre de relevancia a la hora de prestar la ayuda necesaria a Dimas Martín para repartir sus propiedades sin dejar rastro. Batllori cobraba del Ayuntamiento de Arrecife y de Inalsa y, al parecer, esos pagos no estarían justificados por ningún tipo de trabajo, sino que serían sus honorarios por el trabajo realizado a Dimas. Ocultando sus propiedades, Dimas conseguía varias cosas: blanquear el dinero procedente presuntamente de delitos, burlar a la Justicia para que no se las embargaran y seguir aparentando que no se ha enriquecido con la política, a pesar de que acumula ya cuatro condenas firmes y tiene pendientes ya tres procedimientos más, y de que no se le conoce trabajo alguno excepto que estaba contratado por el empresario Juan Francisco Rosa, aunque no ejercía ninguna labor, para conseguir el tercer grado penitenciario.
Hasta ahora, Dimas Martín siempre ha negado toda participación en hechos delictivos. A lo sumo, ha llegado a reconocer que ha cometido algunos errores en su vida política.
Tampoco se ha mostrado muy colaborador ante la Guardia Civil y el juez en sus interrogatorios. Le gusta más hablar a los medios de comunicación, ahora a través de cartas enviadas desde la cárcel, y dar su propia versión de los hechos, donde nunca falta el victimismo, la persecución y la sombra sobre sus adversarios, ya sean políticos periodistas, empresarios o la propia Guardia Civil. Desde el punto de vista político hasta ahora no le ha ido mal con esa táctica.
Entre 7.000 y 10.000 personas le siguen apoyando en las urnas, aunque él ya no se puede presentar a las elecciones. Probablemente esta vez vuelva a negarlo todo y seguro que en las próximas elecciones aún mucha gente seguirá haciéndole saber que entre su opinión y las pruebas se quedan con la primera.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete