Calviño comparece en Ferraz y presume de que Podemos «no ha tenido prácticamente influencia en la política económica»

Su presencia por primera vez en la sala de prensa de la formación, a la que no pertenece y con la que tampoco concurrirá como candidata en las listas electorales, no ha aportado ninguna novedad sobre el programa en sí mismo. Al encuentro previo a su comparecencia también han asistido la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, la secretaria de Estudios y Programas, Idoia Mendía y la europarlamentaria Lina Gálvez. Calviño se ha limitado a ensalzar las excelencias de «un Gobierno de progreso» que, ha argumentado, durante la última legislatura «ha permitido abordar lo urgente sin perder de vista lo importante».

La responsable de Economía ha señalado como logros del Ejecutivo la «redistribución fiscal», la «justicia social» o las «reformas estructurales modernizadoras». E igualmente se ha referido a que España tiene «un crecimiento económico muy por encima de la media europea», una «fuerte creación de empleo» y un «cumplimiento de nuestros objetivos fiscales, reduciendo la deuda y el déficit». La vicepresidenta no ha realizado ninguna mención, en su intervención inicial, al socio de coalición, Unidas Podemos.

En el turno de preguntas, y cuestionada sobre si se siente cómoda con la política de alianzas de Sánchez, ha subrayado la «estabilidad» que a su juicio ha aportado desde 2020 la primera coalición de la democracia en el Gobierno Central, si bien ha asegurado que el «el socio minoritario [Unidas Podemos] no ha tenido prácticamente influencia en la política económica, pero el balance que yo hago de la gestión de estos años es muy positivo». Nada ha dicho de la alianza parlamentaria con ERC y EH Bildu, por la que también se le ha interrogado.

Igualmente, Calviño ha solicitado públicamente al Partido Popular (PP) un debate cara a cara con algún responsable económico del primer partido de la oposición, después de que el propio Sánchez dijese el pasado sábado, durante el Comité Federal del PSOE que aprobó las candidaturas para el 23J, que «nosotros tenemos a Nadia, y ellos tienen a nadie».

El chascarrillo presidencial evidencia la estrategia de meter a Calviño en campaña y de buscar un debate similar al que en las elecciones generales de 2008 protagonizaron el entonces ministro de Economía socialista, Pedro Solbes, fallecido recientemente, y el que fuera número dos por Madrid en aquellos comicios del PP, el ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro.

Calviño ha dicho no tener «ningún tipo de preferencia» sobre con qué dirigente popular debatir. «Lo que es muy importante es que los ciudadanos españoles sepan quién es la persona que el señor Feijóo considera la más capacitada para liderar y diseñar la política económica del PP, y que cuanto antes sepamos cuáles son sus posiciones sobre los asuntos que afectan a la vida de las personas: las pensiones, los salarios, la reforma laboral... todos los avances sociales que hemos logrado en esta legislatura, y que ahora tenemos que consolidar», ha concluido.

Otras de las preguntas más repetidas en el turno de los informadores -que han ocupado el grueso de una intervención cuyo exordio inicial apenas ha ocupado cinco minutos- han versado sobre por qué su implicación con el proyecto del PSOE no se ha traducido en una presencia en las candidaturas.

Según ha explicado, «es una decisión personal el hecho de ir o no en una lista electoral. No tiene nada que ver con mi compromiso, evidentemente, desde que volví a España en 2018 [previamente se había desempeñado como alta funcionaria de la UE en Bruselas], un compromiso que ahora se basa en la experiencia de estos cinco años, y en el trabajo intenso y diario con el presidente Pedro Sánchez, que desde mi punto de vista es, sin duda, la persona que puede liderar nuestro país de cara al futuro. Porque tiene el liderazgo, porque tiene la visión y también el orgullo de la mejor España y de construir un futuro mejor para nuestro hijos», ha sentenciado.

Preguntada por si Sánchez le ofreció un puesto en las candidaturas socialistas, Calviño ha eludido contestar, aludiendo a que «el presidente es una persona tremendamente respetuosa, hemos trabajado muy juntos durante estos cinco años» ya enfatizando el «alineamiento total desde el punto de vista de la política económica» de ambos.