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Sólo el 42% de los residentes de Baleares aprueba el turismo: la percepción positiva se hunde desde 2018
Tres de cada cuatro baleares culpan al turismo del encarecimiento de la vivienda, con Mallorca a la cabeza del descontento y Formentera como la isla con mayor aprobación
Palma
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Iniciar sesiónEl turismo en Baleares vive una contradicción que ya no se puede esconder. Las islas baten récords de visitantes y de ingresos, pero la población residente se muestra cada vez más incómoda con la principal industria del archipiélago. La encuesta publicada por la Agencia de ... Estrategia Turística (AETIB) lo deja claro: sólo un 42% de los ciudadanos se declara satisfecho con el turismo, frente al 71% que lo hacía en 2018.
En seis años, la percepción positiva se ha desplomado casi treinta puntos y los críticos han pasado del 20% al 38,8%. En otras palabras, el turismo sigue siendo motor económico, pero ya no es visto con la misma complicidad social.
El malestar se concentra en Mallorca, donde apenas un 38% de los residentes respalda al turismo. La saturación, el tráfico y la presión urbanística han convertido a la isla mayor en el espejo de las tensiones del modelo. En el extremo opuesto, Formentera mantiene un 68% de satisfacción, seguida de Menorca (65,6%) y Ibiza (48,3%).
Vida y saturación
Los residentes lo dicen sin rodeos: tres de cada cuatro atribuyen al turismo el encarecimiento de la vivienda. Un dato especialmente sensible en un momento de precios récord en el archipiélago.
El sondeo señala que el 77,2% de los residentes responsabilizan al turismo del encarecimiento de la vivienda. Y la percepción de masificación también es mayoritaria: un 42,4% cree que llegan demasiados turistas en determinados meses y un 33,2% sostiene que sobran en general. Apenas un 19,8% cree que el número de visitantes es adecuado.
El alquiler vacacional es otra línea roja: el 61,8% rechaza que se destinen viviendas particulares al uso turístico. La encuesta también muestra una fractura según la relación laboral con el sector. Entre quienes trabajan en turismo o tienen alguien en casa vinculado, la satisfacción sube al 51%. Entre quienes no tienen relación directa, apenas alcanza el 29,1%.
Coste de la vivienda, principal preocupación
La percepción sobre la calidad de vida también es ambivalente: un 19,5% cree que el turismo la mejora, un 36,3% que la mantiene, y un 30,8% opina que la perjudica.
En línea con esta percepción, el 61,8% rechaza que se usen viviendas particulares para alquiler turístico, un debate recurrente en la política autonómica.
El vínculo económico con el sector es determinante entre quienes trabajan en el turismo o conviven con alguien que lo hace, la satisfacción alcanza el 51%. En cambio, entre quienes no tienen relación laboral directa con la industria, solo un 29,1% se muestra satisfecho.
La encuesta constata un cambio profundo en la percepción ciudadana respecto a la primera industria de las islas. El salto de un 71% de apoyo en 2018 a un 42% en 2024 refleja una fractura que ya no se limita a la temporada alta.
Para el PP no es «ninguna sorpresa»
La portavoz adjunta del PP en el Parlamento balear, Marga Durán, afirmó que los resultados de la encuesta de satisfacción turística de la AETIB «no suponen ninguna sorpresa», ya que, según destacó, la presidenta Marga Prohens ha sido la primera en hablar de «límites y contención». Durán insistió en que la encuesta confirma la necesidad de establecer límites al turismo, aunque reconociendo su importancia económica para Baleares.
A juicio de MÉS per Mallorca, los resultados de la encuesta de la AETIB son un aval a las políticas que reclaman los ecosoberanistas. El portavoz en la Cámara autonómica, Lluís Apesteguia, ha afirmado que es un "clamor" y que ha quedado de manifiesto que la sociedad quiere un cambio de rumbo y que existe una apuesta por el decrecimiento. "Igual ahora son más propicios a escuchar más a la ciudadanía que a los empresarios", ha añadido.
Por su parte, el portavoz del PSIB, Iago Negueruela, aseguró que la encuesta contradice la retórica de Prohens sobre el decrecimiento, y apuntó que la ciudadanía percibe preocupación por la permisividad en el alquiler turístico y la dificultad de acceso a la vivienda.
Desde Més per Menorca, Josep Castells subrayó que la preocupación por el impacto turístico no debe confundirse con animadversión hacia los visitantes y señaló que la masificación se debe a una gestión insuficiente de los destinos.
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