Bauzá, el prudente
El presidente electo de Baleares ha conseguido, con tacto y moderación, sacar al PP de de una profunda crisis
JOSEP MARIA AGUILÓ
El presidente electo de Baleares, el popular José Ramón Bauzá (Madrid, 1970), ha conseguido en algo menos de dos años conducir a su partido desde las catacumbas de la oposición a la gloria de la mayoría absoluta obtenida en las elecciones del pasado 22 de ... mayo. Y lo ha hecho siendo siempre fiel a la prudencia y a la moderación, sin acritud ni descalificaciones. No resulta nada extraño que esté empezando a convertirse en uno de los políticos de referencia cuando se habla de la imagen centrista que quiere ofrecer la formación que lidera Mariano Rajoy.
Cuando Bauzá sustituyó a Rosa Estaràs al frente del PP balear en septiembre de 2009, el partido se encontraba en el Archipiélago en una situación crítica, afectado por diversas disputas internas y en una dinámica judicial que finalmente condujo a varios ex altos cargos a ser imputados en casos de corrupción, incluido el ex presidente Jaume Matas.
La tarea de profunda renovación que Bauzá quería acometer en su partido ya desde el primer momento parecía requerir, como mínimo, del empleo de las cuatro virtudes cardinales, la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, y aun así, nada garantizaba que el joven político mallorquín pudiera tener finalmente éxito en su propósito de regenerar no solo el PP balear, sino también la política isleña.
En estos momentos en que casi todo son elogios, ya nadie parece recordar las críticas que recibió Bauzá de algunos «barones» de su partido cuando el pasado verano anunció que ningún imputado sería candidato. También fue criticada entonces su posición algo ambigua con respecto a cuál podría acabar siendo su política en materia lingüística en caso de que los populares volvieran a gobernar en el Archipiélago. Los más críticos fueron los líderes del sector llamado «regionalista», por lo que, de manera casi automática, se situó a Bauzá en la órbita del otro sector con un peso igualmente relevante en el partido, el llamado «españolista».
Sin marginados
En realidad, lo que quería Bauzá era que ambos sectores tuvieran cabida en el nuevo partido que estaba diseñando y que ninguno se sintiera marginado, objetivo que consiguió en gran medida. Aun así, uno de los líderes históricos del PP balear, Jaume Font, se dio de baja como militante el pasado mes de febrero para fundar la Liga Regionalista de las Islas Baleares, que solo ha conseguido representación a nivel municipal.
Con todo, aun ahora continúan algunos reproches hacia Bauzá, pero ya «sotto voce», por ejemplo el de un cierto hermetismo en su carácter, el de que confía en un número muy reducido de colaboradores o el de que no ha tenido muy en cuenta a la mayor parte de consejeros de la época Matas. Pero quizás sean esas mismas actitudes o decisiones las que expliquen, al menos en parte, el triunfo inapelable de los populares que ha liderado el propio Bauzá.
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