La ausencia de Sánchez y Montero lanza al PP contra Díaz por su silencio frente a la corrupción

Con Sánchez en Bruselas, reunido con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, volando de Sevilla a Polonia, donde asistirá esta noche a la final de la Conference League entre el Betis y el Chelsea, el PP ha parecido recordar de un plumazo la presencia de Díaz en el Consejo de Ministros. Y este miércoles, la estrategia era clara dos días después de que 'El Confidencial' publicase unos audios en los que se escucha a una militante del PSOE, Leire Díez, ofrecer tratos de favor a un empresario relacionado con la trama de hidrocarburos a cambio de información comprometida sobre el teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil Antonio Balas, responsable de la investigación del caso Koldo, de la del hermano del presidente, David Sánchez, y de la del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

Todos los casos de corrupción que rodean a Sánchez y a su entorno salpican al PSOE. Ninguno de ellos a Sumar, su socio de coalición en el Gobierno, que guarda un calculado silencio respecto a todas las informaciones que se van sucediendo. Consciente de ello, el PP ha buscado hacer mella en la unidad del Ejecutivo, que se ha roto ya veintisiete veces esta legislatura en votaciones parlamentarias, pero siempre por discrepancias ideológicas. Así, la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, su vicesecretario de Economía, Juan Bravo, y su responsable de Coordinación Autonómica y Local, Elías Bendodo, han cercado a la vicepresidenta segunda, intentando abrir una brecha entre el PSOE y Sumar.

«Asume el encargo de dar la cara para tapar la corrupción y degradación de este Gobierno. Para esto ha quedado», ha comenzado Gamarra, quien ha preguntado a Díaz si se conforma con ser «albacea del sanchismo». «Mal que les pese, este Gobierno de coalición es el más estable de Europa. La verdadera inestabilidad son ustedes con sus Gobiernos autonómicos con la extrema derecha», ha repuesto la dirigente de Sumar. En la réplica, la diputada del PP le ha enumerado al hermano de Sánchez, a la mujer del presidente, Begoña Gómez, y al exministro José Luis Ábalos, imputado por el caso Koldo, y ha tachado a Díaz de «colaboradora necesaria» antes de cuestionarse, con ironía, si los casos de David Sánchez y Jésica Rodríguez, expareja de Ábalos contratada en empresas públicas de Transportes, eran «proyectos piloto de la reducción de jornada».

Díaz, como quien oye llover, ha contestado presumiendo de los datos de paro y de su reforma laboral. ¿Corrupción? ¡Empleo! Para más inri, cuando Bravo le ha preguntado por «un millón de personas paradas» que, según él, por la figura de los fijos-discontinuos, no aparecen en la estadística, la vicepresidenta sí ha lanzado una respuesta sobre un caso de corrupción, pero no precisamente socialista: «¿Quién es Mariano 'punto' Rajoy?». Tras un rifirrafe sobre las políticas de trabajo gubernamentales, vilipendiadas por el popular, consagradas por la ministra, Bendodo ha retomado el cauce iniciado por Gamarra.

A la alta tasa de paro, ha dicho, se suma «la tasa de corrupción del Gobierno». Tras el chascarrillo, ha lanzado una frase repetida después, con otras palabras más gruesas, por otros diputados del PP con un glosario versado en la mafia que hasta hace unos años era monopolio de Vox: «¿Hasta cuándo usted y sus cuatro ministros silentes están dispuestos a apoyar a este Gobierno de España con sede en Sicilia?». «En política no sirve todo. La afirmación que acaba de hacer merece una rectificación», ha acertado a decir Díaz, sin entrar más allá.

«¿No escucha la radio? ¿No lee los periódicos? ¿No se escandaliza de lo que pasa? ¿No se avergüenza? ¿Hasta cuándo va a seguir tapando la corrupción de este Gobierno, que los ministros coloquen a sus 'sobrinas' en empresas públicas? ¿Hasta cuándo va a seguir permitiendo que este Gobierno persiga a jueces, a periodistas y ahora a la Guardia Civil? La Moncloa y varios ministros dicen que Sumar se ha comido con patatas el gasto en defensa, yo le digo que se ha comido con patatas la corrupción de este Gobierno», ha incidido Bendodo. De nuevo, Díaz se ha refugiado en la «diligencia» del Ejecutivo con el empleo.

«Señora Díaz, para lo que ha quedado. Para tapar la corrupción del PSOE. Es cómplice de toda la corrupción y de toda la basura. Su silencio a cambio del coche oficial y la moqueta», ha apuntado después el portavoz del Grupo Parlamentario Popular del Congreso, Miguel Tellado, antes de preguntar a la vicepresidenta tercera del Gobierno, Sara Aagesen, qué le parece que una militante del PSOE quisiese «muerto» al teniente coronel Balas y que el secretario general del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, se aforase veinticuatro horas antes de que la juez lo sentase en el banquillo —previa renuncia de cinco compañeros— por la contratación del hermano del presidente.

Aagesen ha afirmado que su prioridad es esclarecer las causas del apagón eléctrico en la península ibérica el 28 de abril y, tras citar Tellado 'The Telegraph', ha negado, como indicaba el periódico británico, que la causa del cero energético fuese un «experimento» del Gobierno. «Usted forma parte de una organización criminal», ha sentenciado Tellado. El portavoz del PP, Borja Sémper, en un tono mucho más contenido que el del resto de sus compañeros, ha preguntado al ministro de Justicia, Félix Bolaños, si alguien del Ejecutivo se ha dignado a llamar a Balas, tras los audios de la militante socialista pidiendo el fin de su carrera, para manifestarle su apoyo y el respeto a su profesionalidad. Silencio. «Este Gobierno ni tolera la corrupción ni persecuciones injustas orquestadas por la ultraderecha», ha aseverado el socialista. 'Lawfare'.

El popular Manuel Cobo le ha preguntado por «la cacería mafiosa», según él, liderada por el propio Sánchez. Su compañero Eduardo Carazo ha insistido en que «las cloacas del PSOE» se activaron, «como una auténtica mafia», para desacreditar a la Benemérita. La portavoz del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso, Pepa Millán, le ha echado en cara que envíen «sicarios de Ferraz» para perseguir a miembros de la UCO y ha advertido que no va a normalizar que «una mafia gobierne España». «Gracias por demostrar que su tono es absolutamente idéntico al del PP; son exactamente lo mismo», se ha defendido Bolaños. Todavía faltaba Mirian Guardiola para acusar al ministro de Transformación Digital, Óscar López, de comportarse «como una mafia, como una organización criminal». Este, como Bolaños antes, ha sacado a colación la Gürtel. Un clásico.