Asturias autorizará la caza de un máximo de 53 lobos en 2026
El objetivo es hacer compatible la ganadería extensiva con la conservación de los cánidos
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EP
El consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos Líndez, ha anunciado este martes que el programa anual de control del lobo 2025-2026 previsto en el Plan de Gestión del Lobo, que se retoma ahora, una vez aprobada la salida de este animal ... del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Especial Protección (Lespre) autorizará la extracción de un máximo de 53 lobos en la comunidad sobre una población mínima estimada de 345 ejemplares.
Marcos Líndez ha insistido en que el objetivo de la medida es hacer compatible la ganadería extensiva con la conservación de los cánidos.
Los períodos para efectuar los controles se fijan en dos franjas del año: de enero a abril y de septiembre a diciembre. No obstante, también serán posibles las extracciones puntuales entre mayo y agosto, por ejemplo, de animales que causen daños repetidos. Durante todo el año se podrán realizar extracciones fuera de las zonas de gestión.
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En cuanto a los métodos previstos, el consejero ha explicado que se incluyen los aguardos o recechos para capturar lobos de manera selectiva por parte de los agentes medioambientales o de personal autorizado, el apoyo en reservas regionales de caza -es decir, la extracción durante cacerías autorizadas de otras especies- y las batidas por parte de agentes medioambientales cuando los métodos básicos no resulten suficientes. «Todo ello viene bien recogido y especificado», ha indicado el consejero.
Zonas de control
En el programa anual de gestión se establecen además siete zonas de control. Serán la Zona 1: Noroccidental. Se establece un máximo de seis extracciones, por los elevados daños causados en el ganado: 748 reses afectadas en 2024; Zona 2: El Palo-Esva. Se fija un máximo de seis animales por los numerosos perjuicios causados: 768 cabezas de ganado atacadas en 2024; Zona 3: Suroccidental. Se podrán extraer hasta cuatro ejemplares, dado que los daños sobre el ganado fueron relativamente bajos: 84 cabezas el año pasado; Zona 4. Centro-occidental. Se permitirá la extracción de hasta seis cánidos, dado que los ataques sobre la cabaña ganadera aumentaron el año pasado hasta las 425 cabezas; Zona 5: Central. Se autoriza la extracción de hasta ocho lobos, por el incremento de daños del año pasado, que afectaron a 473 reses; Zona 6: Centro-oriental. Se autoriza la extracción de hasta ocho lobos en un área en la que se han estabilizado los daños, con 292 reses afectadas en 2024 y Zona 7: Picos de Europa (fuera del parque nacional). Se podrán eliminar hasta cuatro ejemplares.
Además se establecen unas áreas sin gestión específica. «En estas zonas se autoriza la extracción de hasta once animales, con la posibilidad de aumentar este número si resulta necesario», ha indicado Marcos Líndez.
El lobo está en el 83% del territorio
Según recuerdan desde la consejería, el lobo ocupa actualmente el 83% del territorio asturiano. Los últimos estudios muestran que el Principado cuenta con 45 manadas, de las cuales 42 son reproductoras, y que la población estimada se sitúa entre los 360 y los 405 animales. Desde 2001, año en el que se registraron 22 manadas, la población ha mostrado una tendencia general de crecimiento, al igual que los perjuicios causados sobre la ganadería.
En 2024 se confirmaron daños en 3.257 cabezas de ganado bovino, caprino, equino y ovino, lo que supone un aumento del 19,70% en comparación con 2021. Además, el coste de las indemnizaciones se incrementó un 96,16% en el mismo período, hasta alcanzar los 1.538.028 euros el año pasado.
El borrador del programa se presentará el próximo día 10 ante el comité consultivo, para posteriormente firmar la resolución y aprobar definitivamente el plan que permita llevar a cabo las extracciones en nuestra región.
Nuevo baremo de daños
Por otra parte, Medio Rural ha aprobado el nuevo baremo de daños provocados por fauna salvaje, que próximamente se publicará en el Boletín Oficial del Principado (Bopa) y que incluye bonificaciones y un aumento de hasta el 30% del lucro cesante. Marcos Líndez ha explicado que se ha puesto en marcha un baremo que actualiza las condiciones y procedimientos para valorar e indemnizar los perjuicios.
La nueva normativa configura las indemnizaciones para las explotaciones en función de dos componentes: el precio emergente y el lucro cesante. El precio emergente refleja el valor de cada animal, calculado según criterios como edad, raza y aptitud productiva, entre otros.
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