Acepta 12 años y medio de cárcel y 10 de libertad vigilada por asesinar una mujer en Asturias en 2023

El agresor residía con la víctima, con quien tenía una relación de amistad, y llegó a obligarla a ejercer la mendicidad para que le consiguiera dinero para drogas. El condenado tenía una fuerte adicción a los estupefacientes y un trastorno psíquico ocasionado por los mismos.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial en Oviedo ha celebrado este jueves una vista en la que el autor del crimen ha ratificado su conformidad con los hechos y las penas solicitadas por la Fiscalía del Principado de Asturias junto a la acusación particular.

El detenido vivía con M. C. G. S., de 60 años y con la que mantenía una relación de amistad, en el domicilio de esta de Mieres, según la Fiscalía. A lo largo de los años había estado aprovechándose económicamente de ella: disponía de toda su pensión hasta dejarla prácticamente desvalida sin cubrir sus necesidades vitales, como ropa o comida, todo ello con la única finalidad de pagar las drogas que consumía. Llegó incluso a obligarla a ejercer la mendicidad a las puertas de un supermercado de la localidad de Ciaño para obtener más dinero.

De este modo, el homicida, con el claro propósito de acabar con la vida de M. C. G. S. y dejar de depender de ella, así como de quedarse con la totalidad de su pensión, se dirigió a la mujer durante la madrugada del 29 de marzo de 2023 en el interior del domicilio que ambos compartían, la agarró con fuerza y la condujo hasta la cocina.

Allí le ató fuertemente las muñecas con cinta de embalar para que no pudiera defenderse y comenzó a propinarle numerosos golpes por todo el cuerpo, especialmente en la cara, cráneo, manos y piernas, utilizando sus propias manos, una cizalla y unos alicates que había en la cocina. La abordó de forma absolutamente sorpresiva y sin que la asesinada pudiera prever el ataque ni defenderse de ningún modo.

Los golpes fueron de extrema brutalidad y prolongados en el tiempo, ya que pasaron varias horas desde el primero hasta el último, lo que provocó a la víctima una muerte lenta y agónica. Tras el crimen, el individuo limpió el suelo de la casa para no dejar rastros biológicos de los hechos, abandonó la casa y se dio a la fuga.

El atacante tenía parcialmente mermadas sus facultades por el trastorno psiquiátrico causado por el consumo de drogas prolongado durante años. Por este motivo, la causa ha estado paralizada durante un extenso período de tiempo por causas no imputables al sujeto, que se encuentra en prisión provisional sin fianza desde el 3 de abril de 2023.

Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de asesinato. Concurre en el asesino la circunstancia atenuante por analogía de la responsabilidad penal de drogadicción, de anomalía o alteración psíquica y por dilaciones indebidas. Finalmente, el acusado ha aceptado los 12 años y 6 meses de prisión junto a los 10 de libertad vigilada.