El PP aragonés traslada a Rajoy que no aceptará ningún trasvase del Ebro

Como ha avanzado ABC, el documento que ultima la sede central del PP de la madrileña calle Génova no habla expresamente del trasvase del Ebro, pero sí que sopesa crear un fondo nacional del agua que se articule con el mayor número de interconexiones posibles entre cuencas hidrológicas para, de esa forma, poder establecer transferencias hídricas a partir de fórmulas de acuerdo entre territorios y siempre que se primen los intereses de quienes cedan agua.

Pese a todas esas prevenciones, el hecho de que se hable de transferencias hídricas y de interconexiones entre cuencas es motivo suficiente para que en Aragón se reabra la eterna controversia del trasvase del Ebro. El trasvase que impulsó el Gobierno de Aznar para satisfacer las demandas del PP valenciano y murciano, aunque no se llevó a cabo -fue derogado por el Gobierno de Zapatero y ha quedado enterrado desde entonces-, provocó una severa erosión a los populares aragoneses -les minó electoralmente y les apartó durante doce años del Gobierno regional y de las principales instituciones-.

Ahora, el mero hecho de que la dirección nacional hable de transferencias hídricas como escenario a considerar en el futuro, es visto por los partidos aragoneses de izquierdas como un nuevo intento por abrir la puerta a la fórmula de los trasvases, y apuntan contra el PP aragonés.

Ante esta situación, el líder del PP aragonés, Luis María Beamonte , ha asegurado que su posición y la del partido en esta región es «clara en contra de cualquier trasvase del Ebro». El asunto surge escasos días después de que el propio Beamonte acusara en las Cortes de Aragón al PSOE, Podemos e IU de forzar la reapertura del debate en torno al trasvase del Ebro para desgastar al PP de forma artificial porque -según dijo Beamonte hace un par de semanas- «ni hay consenso, ni hay dinero, ni hay manos: el trasvase está finiquitado».

«La política nacional del agua no puede estar baseada en trasvase sí o trasvase no, ha de apostar por otras vías para afrontar el problema hídrico», ha subrayado Beamonte a ABC, ante el documento que está ultimando la dirección de su propio partido.

Ahora, ante las opciones de interconexión de cuencas y trasnferencias hídricas que sopesa la dirección nacional de su partido, Beamonte asegura que él ha trasladado su posición y la del PP aragonés ante Génova: rechazo absoluto al trasvase y prioridad para las obras pendientes del Pacto del Agua de Aragón del año 1992, los embalses que aún están pendientes de construir en esta región.

El presidente de Aragón y líder regional de los socialistas, Javier Lambán, ha pedido al PP que clarifique su postura al respecto y le ha recordado que, institucionalmente, está obligado por lo que marca el Estatuto de Autonomía de Aragón, un texto que está inspirado por el rechazo a cualquier trasvase del Ebro.

En declaraciones a ABC, Lambán ha mostrado su convicción de que la dirección nacional del PSOE hará valer ante el PP su «posición absolutamente clara y rotunda contra el trasvase del Ebro» , y ha instado al PP aragonés a que, «en vez de ser una franquicia del PP nacional y no tener vida propia», se exprese y exija lo mismo ante la dirección nacional de los populares.

Desde el PAR, coaligado al PP en el Congreso y en el Senado -tras haber concurrido en listas conjuntas en las elecciones generales- han recordado también a los populares que esa alianza tiene, entre las condiciones imprescindibles, el frontal y absoluto rechazo a cualquier trasvase del Ebro. El líder del PAR, Arturo Aliaga , que hace escasos días mantuvo una reunión con Mariano Rajoy para limar asperezas surgidas entre ambos partidos, ha afirmado desconocer el contenido del documento sobre política de agua que está ultimando la dirección nacional del PP. «No me han mandado ese documento» , ha afirmado Aliaga.