El día 25 de febrero de 2022 , cuando la guerra parecía ya un hecho inevitable, la mujer, de 61 años, dedició que la única opción era huir. Y pensó que el destino más seguro para ella y para su familia era Córdoba , puesto que en la ciudad tiene amigos.
«Hemos pasado mucho hasta llegar hasta aquí, ha sido duro. Hemos pasado miedo», declara a ABC Nina, que llegó a la ciudad este lunes 7 de marzo y que se aloja de una forma provisional en la casa de Inna, una vecina de Córdoba con nacionalidad española pero que es también oriunda de Ucrania .
«En los Cárpatos nos tuvieron cuatro días inmovilizados por el peligro de que bombardearan una central nuclear», relata Nina
«Hemos viajado mi hija Marta , mi hijo Platón y el perro. La pareja de mi hija de treinta y cuatro años se ha quedado en Ucrania par combatir: él vivía en Bélgica pero decidió volver cuando empezaron los problemas. Quería estar con nosotros», relata Nina , que este jueves 8 de marzo de 2022 tiene planeado reunirse con una ONG especializada en la atención de refugiados para encontrar un alojamiento más estable.
El viaje de Nina y de su familia ha tenido momentos de peligro . «En los Cárpatos estuvimos cuatro días parados, porque había peligro de que bombardeasen una central nuclear », recuerda la mujer, que salió de Ucrania por la frontera de Hungría .
Comerciante de profesión, Nina regentaba cuatro tiendas de ropa en Jmelnitsky . «Nos ha sorprendido mucho lo que ha pasado, y nos ha impresionado ver, por ejemplo, cómo volaba por los aires un aeropuerto militar que bombardearon los rusos», concluye la mujer, que para llegar a Córdoba ha hecho escala en Milán y Barcelona .
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