Los Reyes Magos vuelven a pisar Córdoba en una Cabalgata de estricta tradición y con bullas

Lo ha hecho adaptada a las circunstancias, sin caramelos, pero con mucho público y un cortejo amplio que ha estado bastante arropado en muchos momentos. La estética no se diferenció demasiado de la de los últimos años, con lo que eso significa.

Poco antes de las cinco de la tarde se pusieron en marcha las primeras de las doce carrozas que tomaban parte en la Cabalgata, que de forma oficial comenzó en la plaza de Santa Teresa. En los primeros metros fue muy rápida y no estuvo demasiado arropada.

Así lo notaron quienes la vieron por el Puente de San Rafael, aunque al llegar a Vallellano el ritmo se ralentizó. Un coche de Protección Civil lanzaba avisos: mascarillas, distancia y cuidados, y muchos lo cumplieron, aunque conforme avanzaba el recorrido las bullas eran mayores.

Como en los últimos años, se han mezclado las carrozas y motivos sobre la celebración con los personajes que más gustan a los niños y adolescentes , y este año han sido los superhéroes y el mundo de Harry Potter, entre otros. Hubo pasacalles artísticos , como el de las mariposas, y música de bandas y coros.

Hasta aquel momento, el cortejo, lleno de personajes y elementos abstractos, podría ser el de cualquier Carnaval o cita festiva . Desde entonces sí evocó a los Reyes Magos , aunque sin alardes en el diseño ni en la ejecución.

Con la necesidad de recortar mucho en quienes se subían a las carrozas, las que se representaban temas religiosos se sustituyeron por maniquíes de gran tamaño , que al menos se hacían más comprensibles que otras veces. Las de los Reyes Magos iban con una decoración esquemática y apenas aparatosa.

Allí reinaban Melchor, Gaspar y Baltasar y allí avanzaron por calles cada vez más llenas, sobre todo por el Paseo de la Victoria . No tiró esta vez el recorrido por Ronda de los Tejares y sus fuegos artificiales, sino por Cervantes y avenida de América hacia el Vial.

El público era ya muy numeroso entonces y el cortejo se acercaba a su fin. Muchos echaron de menos el suelo pringoso de caramelos que este año no se pudieron recoger. Pero mientras más anchas eran las avenidas , más arropaban a los Reyes Magos, que llegaron al final del Vial Norte entre multitudes.

Terminó allí el reeencuentro de Sus Majestades de Oriente con Córdoba en el año en que el Ayuntamiento mantuvo el pulso al coronavirus y decidió seguir adelante con una Cabalgata que no quiso dejar en mal lugar la tradición de las anteriores .