Reformulación

Esta noticia, adelantada por ABC , mereció una llamada de teléfono del sector hostelero -sector oficial- al señor Pedro García , que es el que está en los temas y los asuntos mollares mientras la alcaldesa está en otras cosas y comprometida con la córdobadelaspersonas. García, que es futbolero, mientras revisaba los planos de la Casa de la Cultura Científica Y La Pasión Infinita , desvió el balón a la Mesa de los Veladores , que a su vez espera un informe del Consejo del Movimiento Palante y Patrás María De La Ciudadanía, para tratar la cosa hostelera de las luces, las sombras y la diversidad. En realidad, todo se decide en nuestro pueblo gracias a la sabiduría acumulada de quinquenios subvencionados del movimiento participativo que participa en todo lo que no le llaman y no permiten participar a los que acaban pagando. De ahí que la Mesa de los Veladores lo tenga tan chungo como el Comité de Voladores del Aeropuerto de Córdoba . Y a todo esto el otro sector hostelero -sector oficialista- a la chita callando. Las guerras subterráneas se libran así, como unas primarias en el pepé.

Que por cierto, y hablando de impuestos que no suben pero que se reformulan al alza, ha dicho el muchacho Casado que está pensando seriamente si llega al Gobierno -ganando las primarias y las secundarias- rebajar el IRPF un 40% y a mí cuando me prometen cosas así, sin anestesia, hasta me las creo. Deduzco, por ello que en la candidatura del señor Casado no va Cristóbal Montoro, maestro Jedi de Pedro Sánchez y Pedro García en lo que a presión fiscal se refiere. Por lo demás no estoy muy al tanto de la fiesta de la democracia pepera, salvo que hay sus diferencias, cositas biliosas y que está Soraya , que es bajita y tiene un bolso que puede sustituir a Mariano Rajoy . De hecho, todita ella quiere sustituirle. Así que Pablo Casado ha prometido lo que puede mover de verdad no sólo a los afiliados sino al electorado en general: que hay que reformular el IRPF a la baja.

Porque al final es lo que importa: que no te cobren por respirar, que lo de las carreteras y los hospitales , como mantra está muy bien, pero que al final una cervecita bajo un toldo te sale, de manera reformulada, por un riñón. Y eso sin echarte sobre una cama libanesa en el vial.