La quema de residuos y biomasa reduce las emisiones de Cosmos en Córdoba

El estudio se centra en el horno de clínker, el elemento básico del hormigón obtenido a partir de la quema de calizas y arcillas. Es el principal foco de emisiones de Cosmos -aunque hay otros menores- y su chimenea de 42 metros de altura y cuatro de diámetros es visible desde la distancia. Para ello se han empleado los datos registrados por los Sistemas Automáticos de Medida (SAM) instalados en el foco, que miden las emisiones constantemente y son enviados a diario a las administraciones encargadas de velar por el medio ambiente. También se han realizado controles específicos antes y después de iniciar la quema de residuos no peligrosos y biomasa, y en todo el proceso se ha contado con empresas colaboradoras de la Consejería de Medio Ambiente, que además tuvo conocimiento del inicio de la quema de residuos.

Los datos no dejan lugar a dudas: las emisiones de Cosmos están muy por debajo de los límites establecidos en la Autorización Ambiental Integrada (AAI) otorgada por la Junta de Andalucía, que además son más estrictos que los establecidos para el uso de combustibles fósiles convencionales. Antes de operar con residuos no peligrosos y biomasa, Cosmos empleaba como combustible del horno exclusivamente coque de petróleo, un subproducto de las refinerías de crudo con una elevada concentración de carbono.

En sus conclusiones, Inerco indica que tras la puesta en marcha de la valorización en la fábrica de Cosmos en Córdoba «se ha producido una sustancial reducción en las emisiones de NOx [óxidos de nitrógeno, gases productos de la combustión a altas temperaturas cuyo principal emisor son los vehículos a motor] y no han supuesto modificaciones apreciables en las emisiones del resto de parámetros monitorizados por la propia instalación, ni sobre los niveles de calidad del aire en la Ciudad de Córdoba, por lo que se puede establecer que tales operaciones no tienen una afección apreciable sobre el entorno».