La producción integrada de Córdoba crece un 21 por ciento en ocho años

Un claro ejemplo de ello es la producción integrada , un sistema productivo que trata de racionalizar el uso de los recursos en base a ciertos criterios medioambientales, técnicos y económicos , con lo que se obtienen producciones de alta calidad que responden a las actuales demandas de los consumidores en cuanto a la conversión de los agrosistemas, la reducción de los contaminantes y la seguridad alimentaria, según informa la Junta. Asimismo, la Administración autonómica aclara que «utiliza mecanismos de regulación naturales que proporcionan valor añadido al producto, tanto en su proceso de producción como de elaboración y transformación, lo que asegura la trazabilidad desde la siembra hasta la mesa del consumidor».

La provincia de Córdoba contaba a finales de 2019 con un total de 67.341 hectáreas de producción integrada , una cifra que supone u n 10 por ciento de todas las tierras de labranza existentes en el territorio. La evolución en los últimos años ha sido muy importante, ya que desde 2011, según las estadísticas oficiales del departamento de Carmen Crespo, la superficie vinculada a este modelo de trabajo en el agro se ha incrementado un 21 por ciento , más del doble del crecimiento experimentado en toda Andalucía en este periodo (+8,3%), que suma un área de 502.646 hectáreas.

Córdoba se encuentra en el cuarto puesto de la región , únicamente superada por Sevilla (178.003 hectáreas), Jaén (93.392) y Granada (70.183). El olivar es el cultivo que más apuesta por esta forma de trabajo en el campo al acaparar casi el 88 por ciento de toda la superficie en la provincia. Por detrás a una gran distancia aparecen los cereales , con 3.387 hectáreas, aunque en este caso es la cifra más elevada en la comunidad. La tercera posición es para el algodón , con 3.315 hectáreas y destaca la irrupción del almendro con 1.401.

La producción integrada es un sistema alrededor del cual se han ido constituyendo diversas asociaciones y agrupaciones que no sólo ayudan a los agricultores a gestionar sus explotaciones, sino que además canalizan las subvenciones y recursos que llegan desde las distintas administraciones, autonómicas, nacionales y comunitarias, condición indispensable para poder acogerse a todas las líneas de ayudas existentes.

En este sentido, desde hace cerca de una década está operando en el sector del olivar la Asociación Agrupación de Producción Integrada (API) de la firma cordobesa Galpagro , que ya gestiona más de 6.000 hectáreas de olivar y también desde 2016 viene trabajando con cultivos de almendro extendidos por toda Andalucía con estaciones de control revisadas semanalmente.

Por otra parte, uno de los elementos diferenciadores de la API de Galpagro es que ofrece a los productores la posibilidad de conseguir un certificado de calidad , un documento que cada vez más están exigiendo los importadores de aceite de oliva y los mismos grandes exportadores españoles y que ayuda a mejorar la comercialización fuera de España.

Desde la asociación de producción integrada Galpagro se ofrecen servicios a sus asociados tales como la elaboración del denominado cuaderno de explotación, el seguimiento del estado fenológico del cultivo , seguimiento semanal de plagas y enfermedades y asesoramiento en el cultivo y la realización de analíticas de agua y el suelo.