Padres cordobeses y ejemplos de lucha en el Día de San José

Bernardo Jordano es el padre de dos hijas. La mayor está a punto de cumplir diez años y nació sanísima. La pequeña, que tiene siete, nació sin embargo con una alteración genética única. «Digo única porque no hemos encontrado una igual», explica, para a continuación lanzarse a decir de carrerilla una serie de términos médicos que no se pueden traducir sin un glosario especializado. «Lo que tiene es un exceso de información genética en el cromosona 3 y se repite en el 16», resume. No tiene carácter degenerativo pero sí conlleva un retraso madurativo importante: «Todavía no habla, aunque los logopedas están haciendo un gran trabajo. Pero se comunica con pictogramas y sabe hacerse entender. No puede andar pero la silla de ruedas le da autonomía», explica Jordano con la misma tranquilidad que utiliza al hablar de todas las veces que han pasado por quirófanos y clínicas médicas desde que nació.

Lo hace consciente de que lo único que puede garantizar la inclusión es la empatía , no la lástima. Eso es algo que ha aprendido de su hija y de otros niños como ella a los que ha conocido gracias a la Fundación Miaoquehago , un proyecto en el que él y su mujer se volcaron para dar continuidad a la buena acogida que recibió su blog homónimo, en el que abrían de par en par las puertas de su compleja pero gratificante situación personal. « Hemos luchado con ella y desde que empezamos a contarlo notamos que la gente nos miraba de otra forma. Esa misma experiencia la compartimos con otras familias», explica Jordano, que es presidente de esta entidad que ya ha donado 300.000 euros en ayudas a familias como la suya.

A Isidro Molina se le paró el reloj el 3 de julio de 2015, cuando vio por última vez a su hijo Paco . Tenía 16 años y se marchó sin dinero y con lo puesto, por lo que creen con certeza que no se fue solo. Desde su desaparición, su familia no ha parado de buscarlo. Isidro se ha alzado como portavoz y está siempre disponible al otro lado del teléfono para colaborar con la investigación o con los medios de comunicación. Esta exposición también le ha valido más de un disgusto: ha recibido pistas falsas, bromas e incluso intentos de extorsión . Isidro se sobrepone a cada golpe porque lo único que quiere es volver a ver a su hijo.

Ahora, dice, espera nuevas noticias sobre la investigación con una ilusión que, dice, no había tenido tanta fuerza en cuatro años. La reapertura del caso por una nueva línea de trabajo de la Policía ha echado gasolina a esa esperanza que le ha movido desde el minuto uno. El apoyo de la sociedad en general y de las familias de otros desaparecidos en particular ha sido un asidero. «Nuestra vida es un tormento diario. Aquel 3 de julio dejamos de vivir y desde entonces sobrevivimos», explica. Insiste en pedir la colaboración ciudadana y en que el nombre de su hijo no deje de aparecer en medios de comunicación, carteles y redes sociales. Ahora, ha iniciado una campaña para pedir a la ciudadanía que revise las fotos tomadas durante los primeros días de julio de 2015 por si Paco apareciera en ellas en segundo plano. «Cualquier ayuda es poca».

Paco Salinas tenía 25 años cuando un accidente de moto le cambió la vida. Tras romperse la columna en una aparatosa caída su destino quedó unido a una silla de ruedas pero el suyo es un ejemplo de superación en el que su familia y el deporte han tenido mucho que ver. Recientemente, este nadador paralímpico nacido en Bujalance ha logrado más de veinte títulos nacionales en natación paralímpica y es, además, padre de tres hijos a los que nunca se olvida de mencionar en sus mensajes de agradecimiento.

Quizás su carácter familiar tenga bastante que ver en el compromiso que él y su mujer han adquirido con otros niños del mundo a través del Proyecto Magdala , una Asociación Nacional para el Fomento de las Capacidades Múltiples vinculada a un eslogan motivador: «Si no puedes caminar, vuela». Él y su mujer decidieron crearlo para contribuir a la sociedad desde la propia experiencia y pensando sobre todo en los pequeños con discapacidad y las dudas a las que se enfrentan a menudo sus familias.