Perdonen las molestias
Más tráfico, menos árboles
Hay teoremas difíciles de descifrar. Por ejemplo, el de la encuesta de los comerciantes del centro comercial de Córdoba
La calle Cruz Conde en el centro de Córdoba
A los c omerciantes del centro de Córdoba se les ha preguntado días atrás en un cuestionario por las soluciones para reactivar el pulso económico de sus negocios. Y han contestado, por este orden, que lo que urge son más aparcamientos, ... más iluminación y menos árboles . Todas las opiniones son respetables, como no podía ser de otra manera. Incluso esta última que proclama sin paños calientes una escalofriante apología del arboricidio . Es decir.
Pasan los años por la vida del planeta Tierra y el trinomio del desarrollismo que convirtió las urbes en trampas mortales de caos y degradación ambiental sigue latiendo en el corazón de muchos ciudadanos. Como late en el vientre de esta encuesta, que quiere resucitar aquel proyecto de aparcamiento subterráneo debajo del Bulevar del Gran Capitán que tantos dolores de cabeza provocó a principios de los ochenta en Capitulares.
Eran otros tiempos. Y el Ayuntamiento de entonces quería evacuar el tráfico de la superficie para meterlo bajo tierra. Hoy ya nadie discute que los aparcamientos colectivos no pueden ubicarse en el centro urbano sino en sus márgenes. De lo contrario, estaremos estimulando un flujo de tráfico constante hacia el punto de donde queremos eliminarlo. O dicho de otro modo: estaremos haciendo un pan con unas tortas.
De aquel despropósito nos libró el azar. O sea: la aparición de restos arqueológicos de enorme valor y la primera gran bronca institucional entre la Junta de Andalucía y el ya mítico califato rojo, que en años sucesivos nos regalaría días de gloria. El parking subterráneo del Bulevar se cubrió de albero y no se llegó a hacer. Pero los de Conde de Robledo y la calle Sevilla , ambos en superficie, se enquistaron en el corazón urbano y hoy generan una vía de circulación indeseable que algún día alguien deberá de supurar.
Mientras las manecillas del reloj de nuestro tiempo corren en dirección a reordenar los centros urbanos, desalojarlos del uso masivo del coche, recuperar el espacio público y combatir la polución, hay quien propone fórmulas del pleistoceno para regresar al punto de partida que nos trajo hasta aquí. Todas las opiniones son respetables. Ya lo hemos dicho. Incluso aquellas que reclaman incrementar exponencialmente los megavatios de luz como mecanismo para reactivar la actividad comercial . Otra cosa es identificar en qué diablos de teorema se sustenta dicha ecuación.
Sobre este asunto, la encuesta proporciona datos sugerentes. Por ejemplo. El 36% de los comerciantes admite que sus ventas navideñas han sido idénticas a las del año anterior, pese al espectáculo de luz y sonido organizado en la calle Cruz Conde. Otro 16% asegura que incluso se han reducido significativamente. Y solo un 12,5% declara haber ingresado más. Lo sorprendente es que casi el 86% de los comerciantes siguen pensando que encender medio millón de puntos de luz es el arma más eficaz para estimular sus ventas. Lo cual viene a indicar que hay ciertas lógicas de pensamiento que se parecen como dos gotas de agua al universo esotérico.
Cada cual es libre de proponer las soluciones que crea convenientes para revitalizar los centros urbanos . Faltaría más. Incluso demandar más aparcamientos, más iluminación y menos árboles en un mundo que vive en alerta climática debido a severos desequilibrios planetarios provocados por la acción humana. Y para muestra, un botón.
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