Yo también soy tabernario

Vicente Torres Esquivias, Vic , gran defensor de las tabernas cordobesas , que escribió con Javier Tafur «Tabernario sentimental» , le habría dedicado a Tezanos una viñeta genial y cargada de humor, como seguro ha hecho en el ABC celestial, donde ahora publica. Defender las tabernas es defendernos. Es proteger nuestro espacio vital, nuestra cultura, nuestra gastronomía, nuestros vinos, nuestras formas de comunicación y nuestros rincones cargados de historia y sentimientos.

Esa taberna cordobesa con su tabernero , su abolengo y su sabiduría, que aumentó los espacios con un patio decorado con objetos, sentencias, carteles de fiesta y cabezas de toros. Pequeña, limpia, con un pulcro mostrador de mármol y de madera, unas estanterías que a modo de repisas cosechan recuerdos y coleccionan vasos y botellas de distintos tamaños y con capacidad para acoger a diferentes reuniones de amigos: «Yo me dejo llevar como en la noria, / a encontrar mi pasado y mi presente, / a sentirme más gente entre mi gente, / ante una copa con sabor a gloria. / Allí me encuentro con lo más hermoso / en la conversación grave y pausada. / El ambiente sin par de la taberna». ( Fernando Pérez Camacho ).

Quien en las derrotas electorales, en vez de hacer autocrítica culpa a otros, se equivoca y desprecia e insulta al pueblo. Ya lo dijo Antonio Machado : «Pedantones al paño que miran, callan y piensan que saben, porque no beben el vino de las tabernas. Mala gente que camina y va apestando la tierra».