José Luis Rey glosa a Juan Ramón entre el comentario y el poema en prosa

En ella se reúnen, otra vez en su propia expresión, « Glosas de amor » para un escritor que, según ha dicho en alguna ocasión, hizo que «después de él no se pudiera escribir poesía de la misma forma en España». Más de cuarenta textos componen esta obra, que avanza a partir de piezas de una extensión no muy larga en que se reflexiona, con ambición literaria, sobre distintos textos. Casi todos tienen incluido un poema o un fragmento, y en ellos se detiene José Luis Rey. Así, al hablar de «Su religión», comienza diciendo que « Dios hizo el pecado para que existieran los poetas. El poeta goza con los ojos, la boca, las manos el olfato y el oído. La poesía es la religión de los hombres extremadamente sensuales», dice el autor, antes de evocar versos de Juan Ramón Jiménez.

Se traza a través de destellos, versos y pensamientos profundos toda una poética de uno de los poetas más influyentes en lengua española del siglo XX, y se cuentan sus reflexiones. Una de las más singulares es la que reflexiona sobre la gloria y lo hace a través de una frase del poeta de Moguer: «Valiente billetito falso ese de la gloria ». En palabras de José Luis Rey, «la gloria externa, la que buscan los poetas mediocres, es la que más brilla y menos vale. Y la gloria interna, la que forjó Juan Ramón, es la que más vale y menos brilla».

«En el blanco infinito» no es sólo una colección de ensayos sobre Juan Ramón Jiménez, sino también una fuente de información en pequeñas piezas sobre cómo escribió su obra, cómo se intepreta y cómo la recibieron sus contemporáneos a lo largo de toda su vida y después. Y termina en el blanco que da título a la obra: «Va dejando atrás la obra y se dirige al mar de la muerte total, al verdadero blanco gongorino».