El jardín de Lucena con olor a ajoporro

Lo cierto es que el mal olor es evidente en pleno centro de la ciudad , en el aparcamiento subterráneo y en el propio Consistorio, donde su implantación también generó en algunos momentos humedades. El miércoles, Cantizani reiteraba que «no me voy a obcecar con mantenerlo si la mayoría dice que hay que quitarlo».

La instalación de este jardín vertical en el edificio consistorial, actuación ejecutada hace casi tres años en el marco de las obras de regeneración del Casco Histórico de la Ciudad , se ha convertido en este periodo de tiempo en un quebradero de cabeza para el equipo de gobierno. El jardín acumula opiniones encontradas. Desde quienes ven en el mismo un elemento de modernidad y frescor en un centro urbano tomado por el asfalto a quienes lo consideran antiestético y generador de problemas , entre ellos los malos olores derivados de su poda o de los periodos de abonado del mismo.

El edil socialista ha indicado que ahora, incluso pensando en su retirada, « el problema es cómo va a quedar la fachada », por lo que indicó que «de adoptar esa decisión, debería ir acompañada de una actuación para limpiar la caliza o sustituirla, porque seguramente quedará manchada». El responsable municipal de obras recordó que el Ayuntamiento tiene firmado un contrato de mantenimiento que concluye en marzo, por lo que unos meses antes habrá que decidir si se mantiene o se retira.

El asunto será estudiado en una comisión municipal «en octubre o noviembre». Según Cantizani « no va a ser una decisión mía , aunque si tuviera que decidir retirarlo tampoco me temblaría la mano».