Hinojosa echa el cierre a las instalaciones municipales y abre un punto Covid propio para hacer pruebas

Mientras eso ocurre, ayer domingo, uno de los puntos que más actividad concentró fue el autocovid ubicado en el centro de salud de la localidad. Desde las nueve de la mañana y hasta la una del mediodía fueron desplazándose en vehículos las setenta personas citadas para realizarles tanto pruebas PCR como test de antígenos . Con esta decisión de la Consejería de Salud y Familias se evitó el desplazamiento de muchos ciudadanos hasta Pozoblanco para hacerse las pertinentes pruebas. «Mis padres salieron positivos y aunque no vivo con ellos me llamaron por ser contacto estrecho y vengo a hacerme la prueba para que nos quedemos todos más tranquilos», explicaba un joven mientras esperaba su turno en la fila de coches, que se extiende conforme van pasando los minutos, y que se va concentrando en la zona delimitada para las pruebas Covid-19.

Inmediatamente después le tocaba el turno otra de las personas citadas para las pruebas en la jornada dominical. « Mi mujer dio positivo en un test de antígenos y vengo para ver si yo también tengo Covid», apuntó mientras esperaba que la enfermera le tomase la muestra. Su historia es todavía más rocambolesca porque la pareja llegó desde Suecia , por carretera, para pasar las navidades en el pueblo. Sin embargo, el virus se ha impuesto en el deseo de estar estos días con la familia porque «ha tocado pasarla solos». Es una historia que se repite en muchos núcleos familiares afectados por los contagios en fechas donde las reuniones entre los más cercanos crecen y que irremediablemente se han visto interrumpidas.

Lejos del autocovid, la vida en Hinojosa transcurre con normalidad y los días festivos son aprovechados por gente de fuera para visitar el imponente patrimonio del municipio de Los Pedroches. No es difícil ver a gente visitando la Catedral de la Sierra o dando un paseo por el casco urbano hinojoseño. N o hay lugar para las imágenes de un pueblo fantasmagórico y cerrado a cal y canto como en los primeros meses de la pandemia o en otras olas. Eso sí, las mascarillas en exteriores vuelven a ser parte del paisaje, no solo por la normativa sino por precaución.

Evidentemente, la incidencia del Covid-19 sí se ha dejado notar en sectores como el de la hostelería con una bajada reseñable con respecto a las previsiones realizadas para una Navidad que se esperaba que fuera la de la recuperación por alcanzar niveles previos a la pandemia. Sin embargo, el estallido de esta sexta ola ha provocado cancelaciones de comidas y cenas , además de una reducción de la clientela en días claves como Nochebuena o Navidad. Aunque algunos negocios echaron el cierre por diferentes motivos, otros siguen su ritmo con la mayor normalidad posible notando «el descenso de comidas, cenas y trasiego» en una Navidad que se esperaba muy diferente y donde se habían aunado esfuerzos para que el sector tomara algo de respiro.

Los mensajes por parte de las autoridades locales siguen siendo los mismos, la prudencia y responsabilidad , aunque también se pide que las administraciones hagan un esfuerzo. En este sentido, el alcalde de Hinojosa, Matías González, pedía hace unos días a la delegación territorial de Salud y Familias un cribado masivo , aunque de momento esa opción no se contempla. Lo que sí tendrá en cuenta el equipo de gobierno será poder alargar el encendido navideño unos días más para «que todos aquellos que no puedan disfrutar del mismo lo hagan», afirmó el regidor.

Para ver la evolución de la situación sanitaria habrá que esperar lo que determinen las setenta pruebas Covid realizadas en Hinojosa , una localidad que ansía que el virus le ofrezca una tregua para poder disfrutar algo más de la recta final de la Navidad.