La gran cita musical del verano cordobés se vivió en Lucena

«Hacía falta algo así en Córdoba , es una gran idea y volveremos el año que viene si se repite», comentaba rodeada por cuatro amigas una «chanclas» cordobesa que tampoco ha querido perderse el festival. La apuesta era arriesgada. Tras dos años exitosos en la localidad de Montilla, los organizadores decidieron ampliar el festival de una a dos jornadas, incorporando una zona de acampada, más servicios y una nueva ubicación que les ofreciese las infraestructuras adecuadas. La ciudad elegida era Lucena.

Tras una primera jornada eminentemente festera con las «big band» de Muchachito Bombo Infierno -sustituto de última hora de Supersubmarina, pese a las distancias musicales entre ambas bandas- y de La Gran Pegatina -puro mestizaje sonoro, de la rumba al ska pasando por el rock sinfónico- y el original espectáculo de los enmascarados Gomad and Monster, ayer abría el cartel el «flamenco underground» de Juanito Makandé y su «Niña voladora», para seguir con Arco, el nuevo proyecto de Antonio Arco, excantante y excompositor de El puchero del Hortelano, después del adiós de la banda granadina tras quince años dando fiesta.

La noche continuaba con los platos fuertes del cartel. Subían al espectacular escenario del Chanclas Festival, Eva Amaral y Juan Aguirre , para desgranar los temas de su «Nocturnal» con un sonido impecable y un espectáculo muy rodado que daba paso a IZAL, la banda indie de moda, que llegaba a Lucena tras pasar por todas las grandes citas y festivales del verano en nuestro país, en las que han sido imprescindibles. La formación que lidera Mikel Izal entusiasmo a un público eminentemente joven que coreó cada uno de sus temas.

Y para cerrar la fiesta musical de este Chanclas, triple ración de fiesta y música electrónica hasta el amanecer con Les Castizos, Subshock B2B Evangelos y The River. Acabó el I Chanclas Festival y Lucena ya está a la espera del segundo.