Suscríbete a
ABC Premium

Pretérito imperfecto

Plas, plas, plas

Estado de aplauso generalizado en balcones, azoteas y ventanas a Sánchez para cuando vuelvan a confinarnos

Pedro Sánchez, aplaudido por la bancada socialista en el Congreso EFE
Francisco Poyato

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El narcisismo cesarista pide espejo y el culto a la mentira perfuma la estancia en un poder que se ufana de la tragedia. El asesor aúlico le da al botón de «play» y suenan los aplausos en carne viva como las risas enlatadas que marcan ... los tiempos del humor forzado. El que no toque las palmas en la bancada es como el que no sale en la foto ni en las próximas listas. El aplauso es el nuevo marco mental fabricado. Un país palmero con el líder que ha traído el maná que remediará la calamidad y que desescaló al virús que osó ponerlo contra las cuerdas. Estado de aplauso generalizado en balcones, azoteas y ventanas a Sánchez para cuando vuelvan a confinarnos. Porque no se nos puede dejar solos con los brotes irresponsables, e iremos en su busca a rogarle un nuevo orden mental para nuestras livianas vidas: el reconfinamiento preventivo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia