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Intrahistoria cordobesa

La distinción de ser joyero labrada desde hace cuatro siglos

La investigadora de la UCO Rocío Velasco disecciona las causas históricas de la influencia de este gremio

San Eloy, patrón de los plateros cordobeses Archivo

Rafael Á. Aguilar

SER joyero en Córdoba ni es ni era cualquier cosa. Desde que el tiempo es tiempo. O casi. Era un oficio, de acuerdo, pero no era un oficio como el resto. Trabajar en la platería era el equivalente a poseer un signo de distinción ... al que muchos anhelaban y a formar parte de una comunidad que tenía tanto de excelencia profesional como de elevación del estatus. «La sociedad cordobesa del siglo XVI y XVII estaba obsesionada con la jerarquía y con la posición que cada uno ocupaba en ese escalafón en el que todos se miraban, de tal manera que no era infrecuente que las personas alardearan de ser joyeros: era una señal que uno no era nadie», afirma la investigadora Rocío Velasco , que forma parte de un programa de intercambio entre las universidades de Córdoba y de Évora y que el pasado jueves dio una conferencia en el Archivo Histórico Provincial bajo el título «Los plateros cordobeses en la Edad Moderna».

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