Crepúsculo interior

La cosa empezó donde hasta cierto punto era lógico que empezara. Si hay una calle en Córdoba que sea de derechas, que represente la economía de mercado y la democracia liberal, esa es sin duda Cruz Conde . Por eso había que cargársela, por eso había primero que apagarla. Apagar las luces de la libertad es el denodado empeño de los que no creen en ella. El mundo oscuro que nos depara la izquierda está siendo anunciado. Que nadie se engañe. Y los que se engañen, que voten al PSOE, que merecido lo tienen . Pero la cosa no ha parado ahí, en el centro burgués. Ha ido bajando, como quien no quiere esa cosa, por la calle Deanes y ha llegado hasta la Mezquita-Catedral . Un barroco mundo de embozados junto a los cubrerrostros de los nazarenos nos espera. ¡El turismo para qué!, dirá algún progre que haya hecho un máster en Baleares. A la estricta luz de la cera nos encontraremos todos . Pero fundamentalmente los que quieren ser de nuevo rojos -a la vejez, viruelas-, los que siempre lo han sido -en el pecado llevan la penitencia-, y los que van de morado, porque creen que van a la moda, y no les falta fundamento en el tiempo que transcurre. Son los penitentes de ahora, rabiosamente actuales y tan antiguos como la oscuridad, que es más vieja que la luz.

Capitulares, extensión 17940 . Telefoneen sin temor. Es el número de Infraestructuras. Les atenderá la concejala Pernichi personalmente y les dirá que ella misma está revisando cada foco instalado en el Casco Histórico , puesto que no tendrá plantilla cualificada al efecto hasta la próxima oferta pública de empleo. Este es el Ayuntamiento que tenemos. En sus manos estamos. No es que sean malvados, es que no dan más de sí . Permitémosles que se retiren con discreción. A media luz los dos. Ambrosio y García yéndose por el aforo , viviendo juntos su crepúsculo interior .