Córdoba recibió casi 300 millones de euros de la PAC el pasado año

La PAC se lleva cada año una gran cantidad del presupuesto de la Unión Europea (UE) y, a su vez, España es uno de los países que recibe más dinero para dar protección a su sector agrícola y ganadero, con un montante anual que suele rondar los 5.000 millones de euros. Son unos fondos que productores, organizaciones profesionales y administraciones consideran imprescindibles para el mantenimiento de la actividad primaria.

Un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que el Producto Interior Bruto (PIB) de Córdoba llegó a los 25.180 millones de euros en 2016 (último año del que se tienen datos en este capítulo). El sector agrario contribuyó a este indicador con 1.651,44 millones , lo que representa un 6,5 por ciento del total. El apoyo financiero de la PAC es fundamental para alcanzar esos niveles de riqueza al suponer un 18 por ciento de la aportación del campo al PIB provincial.

Según los datos aportados por la Junta de Andalucía, el pago básico de este programa supone 175,74 millones de euros , mientras que el conocido como «pago verde» (un complemento al básico y que supone un 50% del mismo) conllevó el abono para los agricultores y ganaderos de 90,5 millones de euros.

El resto del dinero se destinó a ayudas para pequeños productores (5,7 millones) y para jóvenes que se inician en esta actividad (1,1 millones), entre otros programas para estimular la agricultura y ganaderías nacionales.

El profesor de Macroeconomía de la Universidad Loyola Andalucía, Pedro Pablo Pérez, destacó que los apoyos financieros de la PAC representan en torno a un 25 por ciento del valor de la producción agraria, por lo que, en consecuencia, estas ayudas «son fundamentales para el mantenimiento de la actividad agraria de nuestra provincia», pues sin ellas «muchos agricultores verían reducidos sus ingresos hasta el punto de que ciertas explotaciones serían abandonadas al no ser rentables».

En este sentido, el también secretario general de la institución académica jesuita indicó que «hemos de tener en cuenta que el precio percibido por los agricultores y los ganaderos por sus productos se ha mantenido constante o bien se ha reducido en términos reales en los últimos años, mientras que buena parte de los costes agrarios se han incrementado, de modo que las ayudas que perciben son imprescindibles para la sostenibilidad de este sector».

Este experto recordó que, desde su implantación, las ayudas de la PAC se han ido recortando y, aunque es cierto que debe seguir adaptándose a las nuevos roles que el medio rural debe desempeñar y a los nuevos servicios que debe prestar a la sociedad, «no hay que olvidar que el sector que produce los alimentos de un país debe ser cuidado especialmente dada su importancia estratégica», explicó Pérez y por lo tanto «quienes a él se dedican deben llevar a cabo esta actividad de manera sostenible desde el punto de vista ecológico y económico».