El contribuyente cordobés le abonará a cada infractor un 21% del coste de la grúa

Para intentar aclarar la cuestión, el precio de la grúa y del depósito tiene un tratamiento fiscal distinto a las multas que se ponen por esta cuestión. Originalmente, se trataba de una tasa pero con la nueva regulación legal se trata, como la basura , de una prestación patrimonial de carácter público no tributario. Es decir, algo que hay que pagar pero que no se corresponde exactamente con un servicio público sino con la actividad de un tercer. El abono es, además, coactivo.

La diferencia de tasa y prestación patrimonial de carácter público se encuentra en el tratamiento tributario. La primera no paga impuestos añadidos porque en sí misma es una exacción pública pero la segunda figura, al ser un servicio, tiene una derivada: paga Impuesto sobre el Valor Añadido . En este caso, el tipo máximo: un 21 por ciento.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Córdoba ha puesto en marcha la medida pero reduciendo los tipos del gravamen original un 21 por ciento. Por ejemplo, la tasa por cada vehículo inferior a 1.200 kilogramos ascendía a 72,69 euros en horario normal (de seis de la mañana a diez de la noche de lunes a viernes laborables). Con la nueva redacción cuesta 60,08. La bajada no es graciosa sino que el equipo de gobierno ha decidido que el ciudadano infractor no sufra las condiciones de un cambio legal.

El problema es evidente. Si se reduce un 21 por ciento para no repercutir el tributo resulta que las arcas públicas tienen una merma de la parte proporcional porque el IVA es un impuesto estatal. El informe económico de la nueva ordenanza asegura que con unas previsiones de unos 740.000 euros , el déficit del servicio obligaría a poner unos 112.000 euros . Se trata de una cantidad que el Consistorio tendría que pagarle a la empresa que desarrolla la actividad porque la institución decidió hace años externalizar el servicio de las grúas para abaratar su coste.

El Consejo Social de la Ciudad explica en su informe que entiende que no queda garantizado por qué el presupuesto municipal tiene que hacerse cargo de subvencionar actividades «individuales provocadas por las personas que provocan el servicio». Es decir, que no entiende la razón por la que los impuestos de los cordobeses han de destinar dinero, aunque sea poco, para mitigar lo que pagan las personas que dejan el automóvil mal aparcado o no atienden a las señales de tráfico sobre la materia. La ordenanza se aprobará incialmente la semana que viene.