Los comerciantes de la calle Capitulares se quejan de la falta de información

Ayer tuvo lugar la primera reunión de la comisión de seguimiento de las obras , compuesta por representantes vecinales, del comercio y del Ayuntamiento. Se concibe como instrumento para facilitar el flujo de información con los afectados por las actuaciones y, de hecho, el primer teniente de alcalde, Pedro García , calificó como «muy buena» la primera toma de contacto. No obstante, toda esa información parece haber dado con un «tope» en los portavoces y no ha llegado a los afectados más directos, que son los que regentan los establecimientos ubicados en la calle.

Denuncian que el Ayuntamiento sólo los ha recibido una vez, hace meses, y no han vuelto a tener noticias de técnicos ni concejales a pesar de tenerlos en el edificio de enfrente y ser parte de su clientela fija. Todos coinciden en una cosa: al menos, el Consistorio debería de haber enviado una circular informando de lo básico. A sólo unos días del inicio de las actuaciones, que no sólo van a «empantanar» la zona sino que además conllevan una importante reordenación del tráfico , los locales hosteleros aún no saben ni cuándo o por cuánto tiempo tendrán que retirar sus terrazas de la calle.

De este aspecto se quejaban ayer los responsables del bar El Templo , ubicado justo en la esquina con la calle Espartería, que tuvieron que ir ayer en busca de alguien que les diera instrucciones para los próximos días. «El local es pequeño y si hay que guardar las mesas de la terraza, tenemos que tenerlo previsto», afirmaron. En efecto, la respuesta que recibieron del Ayuntamiento fue que aún podrían hacer uso de sus veladores hasta el lunes. A partir del martes, la terraza quedaría clausurada hasta nuevo aviso.

Justo en la esquina contraria, desde la cafetería El Espartero , su propietario aseguró que conoce los pormenores del proyecto a través de la prensa. Coincide en la importancia de que las obras se desarrollen con la mayor presteza porque sabe de buena tinta las consecuencias que tiene para su negocio tener obras cerca. «Ya me comí las de la calle Alfaros y San Pablo», lamenta. Se conforma con que el grueso de las actuaciones se ejecute sin problemas y la reforma esté terminada antes de la temporada alta . Esas eran las previsiones, pero la burocracia ya ha hecho que se pierda un mes.

Si bien los bares de Capitulares son los principales afectados por las obras, que les obligarán a prescindir de parte del espacio del que disponen en la vía pública, a lo largo de la calle se disponen otros negocios que también observan los preparativos con sorpresa, e incluso «miedo». Así al menos lo ve el responsable del quiosco de prensa que se ubica en esta vía, que está convencido de que la peatonalización del espacio beneficiará a la hostelería pero no tiene tan claro que las consecuencias vayan a ser buenas para su negocio. Algo similar han debido de pensar en la tienda de maletas y bolsos de José Cortés , que incluso ha anunciado, a través del propio toldo de su local, una «liquidación por obras en la calle».