Cines de verano de Córdoba, la supervivencia de una tradición arraigada

Córdoba es una de las pocas grandes ciudades españolas, y la única de Andalucía, que conserva cines de verano , desde luego con gran aceptación del público. Martín Cañuelo explica que la actividad sigue siendo viable, que ha conseguido sortear la crisis económica general y la que ha sacudido a las salas de cine en particular, y atribuye su pervivencia a algo parecido a la tradición . «La clave es la visibilidad, porque llevan muchos años aquí y tenemos una clientela muy consolidada», cuenta. Las cifras no mienten: el Coliseo San Andrés es de 1935, el Delicias de 1943, el Fuenseca de 1945 y el Olimpia, que se inauguró como Zarco, de los mismos años.

Cada año la actividad económica es distinta, y depende de las películas que están en el cartel y sobre todo del clima . Si las noches no son excesivamente cálidas y no se dan tampoco tormentas de verano , la viabilidad está asegurada con algunos títulos que sean capaces de atraer al público. El público que acude busca casi siempre programación familiar, porque acuden muchos padres con sus hijos, pero cada vez abundan más de todos los perfiles. El Olimpia y sobre todo el Delicias, en la calle Frailes, tienen sobre todo público familiar y películas de aventuras o dibujos animados como preferentes.

El Fuenseca también tiene de esos títulos en cartelera, pero además obras más para un público cinéfilo , que busca un cine de autor, con mayor ambición estética. Así, el responsable de Esplendor Cinemas relata cómo el año pasado funcionó muy bien «El hilo invisible» , protagonizada por Daniel Day Lewis, y también se proyectan obras de Woody Allen, por ejemplo. Su viabilidad permite dar trabajo a mucha gente: en su caso a entre 30 y 32 personas entre los cuatro espacios, ya que en cada sesión se necesita a siete entre proyeccionista, taquillero, cocinero, responsable del bar, limpiadores y todos los que consiguen que la sala esté a punto para atender a los espectadores, que muchas veces acuden en dos sesiones, a las diez y a las doce de la noche.

En el año 2000 se recuperaron las proyecciones en la plaza de toros de la mano de Javier Gómez Martín . Para él trabajan diez personas entre las distintas responsabilidades de la sala, en la que prima sobre todo el cine familiar , porque son precisamente padres con hijos los que acuden a ver allí el cine. A lo largo de estos años recuerda el éxito de «Ratatouille» , de la saga «Toy Story» que hace presagiar un buen verano con la cuarta entrega y de otras un poco más sorprendentes, como «La milla verde» .

Coincide en que todavía en Córdoba es una actividad viable, pero se pregunta si el beneficio que ofrece no hace que sean más bien «melancólicos» o enamorados de lo que en Córdoba no deja de ser una tradición con el apoyo de mucho público y que se mantiene con vitalidad. Sea como sea, ambos trabajan ya en una nueva temporada que ofrecerá cinco películas al día al raso, con posibilidad de cenar y con una noche casi siempre fresca .