El Ayuntamiento de Córdoba quiere cobrar la tasa turística a los alojados y a los excursionistas

El Imtur sostiene que la tasa turística ha de crearse incluso cuando Córdoba sea la única ciudad que lo haga en Andalucía . El PSOE nunca estuvo a favor de crear una similar a la balear o la catalana en la que la recaudación se realiza por el Gobierno autonómico. El informe final solo espera que se aprueben las medidas legislativas propicias que den margen de actuación a los municipios para obrar dentro de sus competencias.

La forma más normal de proceder de las tasas turísticas es cobrar una cantidad que va desde los dos a los cuatro euros por viajero y día en los hoteles de mayor rango. Si el establecimiento es de menor rango, la cantidad se reduce. En Cataluña se abonan sesenta céntimos por crucerista para gravar también a un turismo que ha tenido un enorme éxito en Barcelona. En Baleares son cantidades similares sujetas a que la temporada sea alta o baja. Allí se llama ecotasa y su gestión es polémica porque los municipios se quejan de que rara vez reciben lo prometido.

El Consistorio sostiene en su informe, que aún no tienen todos los grupos municipales, que la tasa turística es en realidad un impuesto. Las tasas son el abono de un servicio como la entrada a un museo y aquí no hay servicio que valga. El planteamiento del Imtur es conseguir ingresos suficientes para desligarse del presupuesto municipal y que haya dinero para promoción. El planteamiento es crear un fondo económico controlado por los agentes sociales con el objetivo de orientar el control y la transparencia del gasto. El pago sería progresivo en función del tipo de alojamiento contratado.

Una de las claves es qué hacer para cobrarla . En el caso de hoteles y apartamentos regulados, es bastante sencillo porque el Ayuntamiento sabe dónde están y puede reclamarlo al igual que hace con el IBI. El problema radica en los apartamentos no regulados o que eludan este pago. Las empresas del sector afirman que sería un impuesto que castigaría a los legales.

En el caso de los excursionistas, lo que plantea el informe es que se estableza un método indirecto. La mayor parte de este tipo de viajes colectivos se realizan en autobús. El Imtur plantea que los autobuses tengan que aparcar obligatoriamente en un espacio concreto que tenga un precio. Y ese precio sea, indirectamente, la tasa turística. En tal caso, se le cobraría a la empresa de transportes que lo transferiría vía costes a quien contrate sus servicios siendo el usuario final quien lo pague sin saberlo. El Imtur usa de referencia para el número de personas que podría pagar el impuesto las visitas anuales a la Mezquita-Catedral: 1,9 millones de personas en 2017.