La autovía entre Córdoba y Jaén: un proyecto en dique seco después de 24 años

La Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía acaba de hacer público el estudio de viabilidad que prometió y en el que opta por una solución mucho más liviana en el corto y medio plazo: reparación del firme, diez kilómetros de carriles para vehículos lentos y reducir el número de accesos para hacer más fluido el tránsito. La conversión en autovía se aplaza, su coste, de 450 millones de euros, según este análisis, la hace ahora mismo inviable, en un contexto de crisis sanitaria y económica donde las administraciones van a tener que empezar a reprogramar muchas promesas.

Se trata del proyecto de autovía entre el municipio cordobés de El Carpio y el jienense de Torredonjimeno . Son aproximadamente 57 kilómetros , con un coste de entre 180 y 384 millones de euros (según las épocas en que se hayan hablado de esta iniciativa), en principio cofinanciados por los fondos Feder y que en teoría permitirá la conexión con otras dos autovías, la del Olivar (Estepa-Úbeda) con la A-4 (Sevilla-Madrid) y ligaría efectivamente las dos capitales andaluzas (Jaén por la existente A-316), ahora algo aisladas, siendo como están muy próximas (110 kilómetros ; una hora y 47 minutos).

La vía existente actual es una autonómica, la A-306 , que soporta un tráfico diario de unos 3.000 vehículos (cuando la ratio para pasar a ser autovía no debe bajar de los 10.000 diarios), con un 13% de vehículos pesados (especialmente maquinaria relacionada con el olivar) que ralentizan en exceso la marcha. No son demasiados vehículos como para que una administración se decida a desdoblarla pero aún así la Junta hizo gestiones para ello.

En 2007, Obras Públicas adjudicó por 312.000 euros a la UTE formada por Cemosa e Ingesa la redacción del proyecto de la variante de tres kilómetros de El Carpio , de unos 9 millones de euros y que iba a servir, precisamente, para incrementar aún más el tráfico y justificar su ejecución. Por cierto, que tampoco se hizo, aunque en mayo de 2007, la agencia Giasa tenía previsto adjudicarlo en consejo de administración.

Todo parecía que la intención real era ejecutarla, pero precisamente en ese año comenzó una de las épocas más duras de las crisis económicas modernas. Esto vino a frenar prácticamente en seco el proyecto, que en octubre de 2007 llegó a su punto más álgido con la adjudicación por 785.000 euros (se licitó en mayo por 850.000 con 24 meses de ejecución) de la redacción de su estudio informativo.

Previamente, desde 2003, en la Diputación de Córdoba , a instancias de IU (con Francisca Lozano de portavoz) se presentó una moción instando a la Junta a cumplir con ese compromiso contemplado en el Plan Director de Infraestructuras 1997-2007 , y que luego se incluyó en el Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía 2007-2013 (PISTA) y también en el 2014-2020 .

También el grupo popular a principios de ese mismo año anunció, por voz de la entonces presidenta del PP en Córdoba, María Jesús Botella , que iba a plantear en el Parlamento una proposición no de ley para ejecutar las obras al año siguiente, cuando todavía se hablaba de desdoblamiento y de un trazado nuevo al margen de la actual carretera. Evidentemente, en 2004 tampoco se hizo nada y el entonces candidato de IU al Congreso, Luis Carlos Rejón , volvió a reclamarla.

En 2008, la Consejería de Obras Públicas de la Junta, con Luis García Garrido al frente, trasladó su ejecución hasta el año 2013 (fecha en la que expiraba el primer plan Pista), aunque consideró que «la conversión de la A-306 en autovía es una realidad » con un coste aproximado de 200 millones y 60 kilómetros, contando con la variante de El Carpio.

El PP crea entonces una plataforma en las dos provincias afectadas para reclamar su puesta en marcha y en mayo de 2009 la entonces delegada del Gobierno de la Junta y actual alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio , anunció que la redacción de la variante de El Carpio iba a estar para agosto de ese año con la contratación de la obra antes de 2010. Dos nuevas fechas fallidas .

En octubre de 2010, con Rosa Aguilar de consejera de Obras Públicas y el exrector de la UCO, Eugenio Domínguez , como gerente de Giasa, la autovía de la A-306 entró a formar parte del paquete de ejecuciones que se pensaban llevar a cabo mediante la fórmula público-privada , con una inversión de 261 millones de euros (obsérvese el interesante baile de cifras a lo largo de los años), con la famosa variante de nuevo como punta de lanza que entonces estaba «en fase de redacción».

No pasaron ni dos años de aquello (coincidiendo con un estudio de viabilidad elaborado en febrero por Incosa y Proser), con Josefina Cruz de consejera , cuando la Junta supeditó esa obra a los recortes del Gobierno central con Mariano Rajoy al frente. Un aviso a navegantes que en 2014 vio cumplidos los peores temores de quienes tenían sus esperanzas puestas en la obra, cuando se dejó de hablar de esta obra, con Elena Cortés como responsable de Fomento.

Finalmente, en enero de 2016 , el consejero, Felipe López, anunció que no se renunciaba a esta iniciativa que tendría que «redefinir sus tiempos». En 2018, con el nuevo gobierno de PP y Ciudadanos, desde la Consejería se trasladaba ya que los plazos se prolongaban más allá del horizonte de 2020.

«La Consejería no renuncia al futuro desdoble de la A-306, cuya ejecución está vinculada a disponer de los recursos financieros necesarios para ello y, por tanto, su realización se contempla a largo plazo y después del horizonte de 2020», explicaron fuentes de la Administración andaluza.

De hecho, las mismas fuentes añadieron que la Consejería comenzará a trabajar en breve en la elaboración del nuevo Pista para el próximo contexto temporal que comenzará en 2021 y tendrá un plazo para su ejecución de siete años. «Planificación en la que se incluirá esta actuación y para cuyo marco financiero de recursos procedentes de la UE el Gobierno andaluz se muestra optimista y espera contar con una ampliación de estos fondos que permitan impulsar ésta y otras obras necesarias para el desarrollo de las infraestructuras de Andalucía», afirmaban entonces. El nuevo estudio de viabilidad vuelve a situar en el limbo el futuro de este proyecto.