La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, ya tiene nuevo opositor: Cristian Menacho

La cosa es que Menacho se ha plantado en el Ayuntamiento de Córdoba para criticar duramente a la que fue su jefa de filas, la cabeza de lista con la que concurrió a las municipales antes de que ABC empezara a publicar las prácticas laborales de su organización de desviar subvenciones públicas. Una frase rotunda es que esta alcaldesa no realiza una gestión «ni socialista ni obrera».

Menacho ha llegado a la sede municipal de Capitulares rodeado de un grupo de vecinos con el que pretendían registrar un documento de protesta. Primer fallo. En esa sede consistorial ya no han registro, cosa que se hace en Gran Capitán o en los centros cívicos. Menacho ha entregado en mano el documento en la Alcaldía a un ordenanza ante la mirada atónita de los asesores de Ambrosio que no sabían si reír o llorar.

El discurso de Menacho ha ido de lo particular a lo general. En primer lugar, ha criticado las normas que rigen las bases de la bolsa de empleo de Cecosam, que es la empresa de cementerios. Según ha dicho, la empresa permite presentarse a partir de los 16 años pero luego exige el carné de conducir, lo que deja fuera a todas las personas que tienen menos de 18 años .

Además, ha asegurado que se está reclamando el graduado escolar y experiencia laboral. Eso deja fuera de las bases a un montón de personas sin recursos para obtener los estudios primarios y para acreditar que han estado trabajando.

Menacho, esta vez sin pancartas, ha criticado una y otra vez los incumplimientos de la alcaldesa para con el barrio. Y lo hizo, esta vez, como candidato socialista que fue a las municipales, un rol que también llevó a cabo su madre con Juan Pablo Durán . Todos los compromisos, todas las promesas que se realizaron en campaña, se están incumpliendo, ha dicho el jefe de Jóvenes hacia el Futuro. Desde la escuela de flamenco hasta los planes de empleo.

El exdirigente de Juventudes dijo que nunca perteneció al PSOE sino a su rama juvenil y que, si ahora no es militantes, es porque no puede pagar la cuota. Aseguró que esta actitud suya de presionar a la alcaldesa no tiene nada que ver, pero nada, con el apoyo prestado o dejado de prestar a raíz de las investigaciones de las mordidas a parados.

De hecho, ha dejado en el aire qué ocurrirá si alguna vez corre la lista y le toca ser concejal. ¿Cogerá el acta?, le han preguntado. «Todo se verá» , ha dicho.