Domingo de Pasión en Córdoba, la espera de lo que no llegará más que como reflejo

Desde la mañana estuvieron en su capilla de San Pablo el Cristo de la Expiración y, siempre a sus pies, María Santísima del Silencio , entre el morado de los iris y el color tiniebla de los cirios. La veneración tuvo que hacerse con oraciones cercanas y sin poder acercarse para el beso.

En San Pedro también estaba cerca de los suyos, igual que el sábado, Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo , ya luciendo el manto de salida que se ha restaurado y pasado a nuevo terciopelo de color malva . Fue una mañana en que participaron niños y hermanos veteranos.

El Vía Crucis del Señor del Santo Sepulcro era para muchos uno de los rituales que anuncian la inminencia de la Semana Santa cuando faltan tan pocos días. Desde 2006 había cundido la fama de la emoción con que bajan al Señor de la cruz y lo llevan hasta su paso procesional.

El rezo de las catorce estaciones fue en esta ocasión sólo para los cofrades, porque en tiempos de pandemia hay que seguir vigilando que no se supere el aforo máximo en espacios cerrados. Sí se pudo ver al Señor sobre la cruz en la que estuvo en veneración, y en besapiés cuando se puede, durante toda la mañana.

Hubo fiestas de regla en lugares que tienen el Domingo de Pasión señalado, como San Basilio , San Francisco con la Caridad y los Trinitarios con el Cristo de Gracia , pero también en cofradías que este año retrasaron sus cultos para no hacerlos en lo peor de la tercera ola del Covid . Así pasó con las Angustias y con la Soledad, por primera vez en Guadalupe.

El día tuvo sol y algo de frío, y pronto llegará de nuevo la temperatura templada y casi cálida. Ya está el Cristo de las Penas en su paso y todo el mundo sabe que no habrá que mirar las previsiones del tiempo para sabe si podrá salir a la calle Agustín Moreno este Domingo de Ramos .