sequia
La provincia de Córdoba se prepara para afrontar cortes nocturnos de agua
Emproacsa contempla en su plan de emergencia cerrar los grifos durante la noche ante la situación «dramática» de los pantanos
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Rafael Verdú
Córdoba
Los temidos cortes de agua generalizados en toda la provincia, anunciados en un principio para el próximo otoño si persiste la situación de sequía, podrían llegar mucho antes de lo previsto. Los pantanos están en situación crítica y las autoridades públicas están ... empezando tomar medidas para hacer frente al problema. Emproacsa, la empresa provincial de aguas de la Diputación, que abastece a la mayor parte de las localidades de la provincia, contempla la posibilidad de cortes nocturnos del suministro en su plan de sequía.
La semana pasada la compañía envió una circular que algunos ayuntamientos ya están difundiendo a la población. Y en ella se advierte claramente de que, si fuera necesario, «se podría llegar a la limitación temporal del suministro domiciliario». La opción está ya sobre la mesa y la decisión final, aunque aún no ha sido adoptada, dependerá de cómo evolucionen las reservas de agua, pero nada hace pensar que los pantanos vayan a mejorar en las próximas semanas, más bien lo contrario.
Se trataría de cortes puntuales durante el horario nocturno, en concreto desde las 23 horas hasta las 7 horas de la mañana del día siguiente y sólo de domingo a jueves, «no interrumpiéndose el suministro las noches de los viernes y sábados». Medidas similares ya se están aplicando en otros puntos de Andalucía.
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Esas ocho horas diarias de corte del suministro permitirían ahorrar agua durante 40 horas semanales, pero Emproacsa también plantea en su plan de sequía ampliar las restricciones a todos los días de la semana «con un total de 70 horas» de ahorro.
Recortes a los municipios
El plan de emergencia ante la sequía de Emproacsa prevé también recortar las aportaciones hacia los depósitos municipales, acciones que «serán necesariamente derivadas de las instrucciones recibidas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir». Eso ya ha ocurrido: la empresa provincial decretó una reducción del 10 por ciento del agua que reciben los pueblos desde el pasado 15 de julio.
Otras propuestas de Emproacsa tienen que ver con el uso que hacen las instituciones, especialmente los ayuntamientos, de los recursos hídricos. Así, la empresa pública recomienda limitar el uso del agua en los riegos, el baldeo de calles e incluso en las piscinas, además de incrementar los esfuerzos para inspeccionar y detener posibles fugas de agua en las conducciones.
Varios ayuntamientos ya han puesto en marcha medidas similares, limitando el gasto de agua en la limpieza de calles, cerrando válvulas o recortando las aportaciones para mantener los parques y jardines. La intención es poder asumir de ese modo el recorte en las aportaciones del 10 por ciento decretado por Emproacsa para evitar, o al menos retrasar todo lo posible, los cortes de agua a la población en general. Mientras tanto, las instituciones piden a la ciudadanía que colaboren en el ahorro de agua.
Un ejemplo de ello es la Mancomunidad de Municipios de Los Pedroches, una de las comarcas más afectadas por la sequía junto a la del Valle del Guadiato. En un circular, el organismo ha pedido a los vecinos que adopten varias medidas. Por ejemplo, optimizando el uso del agua en las cisternas, inodoros, duchas o lavabos; evitar el baldeo de patios, fachadas o aceras con agua potable, así como impedir el llenado de piscinas o fuentes privadas; u optimizar el agua de riego en domicilios particulares, por ejemplo evitando su uso en las horas centrales del día, cuando se produce una mayor evaporación. Varios pueblos del Guadiato también han pedido a sus vecinos que adopten medidas similares.
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En otras localidades han ido incluso más lejos. Es el caso del Ayuntamiento de Baena, en la comarca del Guadajoz, que ha solicitado a sus habitantes que ahorren cada uno un litro de agua diario. A la larga, eso supondría una reducción del gasto de dos millones de litros en 100 días, lo que podría ser suficiente para evitar los cortes de agua en el futuro.
Solidaridad ciudadana
Emproacsa, en su circular con recomendaciones de la semana pasada, califica la situación de «dramática». Por ello, reclama la «solidaridad y responsabilidad para que colabores disminuyendo el consumo de agua y así ayudes a prolongar las reservas actuales al máximo. Es preciso concienciarse sobre la gravedad de la situación actual, que puede llegar a la limitación temporal del suministro domiciliario».
Además, «la situación de emergencia declarada en la zona norte y en toda la provincia es dramática y tenemos que establecer las acciones que contribuyan a preservar las pocas reservas de agua que tenemos, hasta que lleguen las soluciones», apunta Emproacsa. Hay que recordar que la empresa provincial abastece a la mayoría de los municipios de la provincia, pero las poblaciones grandes suelen disponer de gestores públicos propios o concesiones a empresas externas. Es el caso de Emacsa, la empresa del Ayuntamiento de Córdoba, que por el momento tiene garantizado el suministro a la población de la capital dado que dispone de un pantano de uso casi exclusivo y está en mejores condiciones que los embalses de otras zonas. Por ello tampoco se plantea subir los precios, como sí ha hecho ya Emproacsa.
«No es un simulacro»
El presidente de la Empresa Provincial de Aguas Emproacsa, Esteban Morales, aseguró ayer a ABC que la medida de cortar el suministro durante la noche es el último recurso frente a la sequía. El cierre del grifo es una opción real ya que «si los consumos o las reservas lo requieren, iremos dosificando la entrada de agua a los municipios y poniendo cortes. Tenemos que ir escalando, si la emergencia se va agravando hay que tener las medidas previstas». Pero antes de eso Morales se muestra confiando en que el recorte del suministro de un 10 por ciento en el suministro a los municipios que se aplica desde el mes pasado sea suficiente para no tener que llegar a más: «Nos consta que hay ayuntamientos que están cumpliendo a rajatabal. No baldean, no riegan y hacen campañas para que la gente se de cuenta de que esto no es un simulacro y que la sequía ha venido para quedarse».
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