Las obras del Salón Rico de Medina Azahara en Córdoba, aún a la espera de un nuevo convenio

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía había llegado a un acuerdo con la World Monuments Fund, una entidad internacional sin ánimo de lucro que se iba a hacer cargo del coste de la redacción del proyecto de ejecución y de las obras en sí mismas. Ya se había firmado un acuerdo en 2019, pero la irrupción de la pandemia del Covid provocó que el convenio entonces vigente expirase sin haberse ejecutado.

Noticia Relacionada

(Vídeo) Misterios de Medina Azahara: ¿Cuántos millones de piedras fueron necesarias para construirla?

La producción 'La ciudad perdida de Al Ándalus' responde a esa pregunta y a otras, como cuántos habitantes tuvo

Había, entonces, que realizar un nuevo para los trabajos que faltaban, y eso es lo que todavía no ha sucedido: no hay obras desde hace meses debido precisamente a que no se ha suscrito el nuevo acuerdo con la entidad que tiene que financiarlos.

El director de Proyectos de la World Monuments Fund, Pablo Longoria, confirmó a ABC que las obras de la tercera fase del Salón de Embajadores de Medina Azahara no han podido comenzar porque todavía no está firmado el acuerdo que permita desbloquear el proceso.

El motivo es que hasta ahora no ha terminado el estudio realizado por los servicios jurídicos de la Junta de Andalucía, que tienen que fiscalizar el convenio antes de que se pueda firmar. Pablo Longoria explicó que ha podido ser un proceso algo más lento de lo que se esperaba debido al tiempo en que el acuerdo ha permanecido en estudio. Ese tiempo, eso sí, ha terminado.

Pablo Longoria confirmó que, esta vez sí, la firma del convenio es «inminente». Podría ser la próxima semana o la siguiente, pero es posible que no pase de los primeros días de mayo. «Se ha alargado mucho más de lo que creíamos, sobre todo para un tema que parecía claro. Pero ahora sí que será inminente», insistió Pablo Longoria, que recordó que la Junta de Andalucía ya ha remitido la versión final del convenio, con lo que se podrá firmar y a partir de ahí comenzar con los trabajos.

Si el plazo para firmar el convenio se ha retrasado, también pasará lo mismo con el inicio de las obras y eso repercutirá en el final. El último plazo que había dado la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía hablaba de que en este año 2023 el Salón Rico podría visitarse y ahora el responsable de la World Monuments Fund cree que será muy difícil. «Si acaso, se está pensando en hacer visitas parciales a final de año», afirmó. Pero la normalidad tendrá que esperar todavía al menos hasta el año 2024.

El Salón de Embajadores lleva cerrado desde 2009, cuando la Consejería de Cultura decidió redactar un proyecto para unas obras que tardaron mucho tiempo en llegar. Entre otros factores, por el impacto de la crisis económica.

Al cabo de los años, y todavía con José Antonio Griñán como presidente, se buscó el apoyo de patrocinadores privados, y por ahí se llegó a la World Monuments Fund, aunque el convenio no pudo suscribirse hasta diciembre de 2019. Tenía que ser el comienzo de una etapa que terminase con la reapertura, pero se cruzó la pandemia del coronavirus en marzo de 2020.

No sólo detuvo los trabajos, sino que creó un panorama en que su continuidad, por la necesidad de llegada de materiales, se hacía bastante difícil, lo que retardó que las obras continuasen o que siguiesen el ritmo que se había previsto.

Tuvo que prorrogarse un año más, de forma que en noviembre de 2020 se añadió una adenda para poder continuar con los trabajos. Sin embargo, en este tiempo no fue posible avanzar mucho en la restauración. Así, para reconstruir los atauriques había que colocar 2.710 piezas y sólo se pudieron emplazar 320, porque eran necesarios unos trabajos previos.

Durante los meses de la pandemia, con confinamiento o sin él, hubo restricciones en el acceso a ciertas instituciones como archivos y bibliotecas, y también a la libre circulación de personas, lo que dificultó seguir con la documentación para los trabajos.

Otro problema añadido se vino a sumar en la primavera de 2021 y fueron las lluvias, que provocaron problemas de humedad y que obligaron a un cambio en las canalizaciones porque habían afectado a la cubierta. También entonces hubo otra demora porque se quiso introducir en el proyecto la situación en que se encontraban las cornisas de esta construcción.

Se preparó el proyecto de una tercera fase, que incluía la actuación en la fachada, el interior de la fachada y las estancias interiores, y desde febrero de 2022 tiene la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio, pero todavía no ha podido llevarse a término.