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mirar y ver

Libros: lo eterno y lo impagable

Es bueno y tiene un toque mágico y humano que los libros circulen. Tal vez porque un libro usado lleva consigo la huella de quienes lo leyeron antes

María Amor Martín

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Los libros, los buenos libros, son eternos. Borges decía que «un libro se lee para la memoria» y tenía, como siempre, razón el maestro y mago de la escritura. Son eternos por sí mismos, por su valor, que es el de las palabras hechas ... belleza, imaginación desbordante, conocimiento que transforma o emoción que salva. Son eternos porque en ellos habitan miles de vidas que conocer y en las que existir. Lo son también por la decisión de quienes los eligen, los toman entre sus manos para ser leídos y permanezcan a través de los siglos. Una cadena interminable de voluntades -quien lo escribe, quien lo edita, quien lo imprime, quien lo distribuye, quien lo vende, quien lo lee, quien lo recomienda-, hace posible que los libros existan. Son imprescindibles e impagables.

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