Agricultura
La guerra en Ucrania y la mala cosecha mantendrán al alza el precio del aceite en Córdoba
El desabastecimiento del aceite de girasol y la alta demanda aseguran valores altos
Aceite de oliva | Las almazaras de Córdoba ven en las ventas de abril la clave para la evolución de los precios
Córdoba ha producido un 24% más de aceite de oliva que en las mismas fechas del año pasado
Transporte de aceitunas a una almazara
Como ocurre con prácticamente todos los sectores productivos, la actividad oleícola se está viendo duramente golpeada por la subida de sus costes de funcionamiento ligados a la energía, los carburantes y los fertilizantes. Sin embargo, su momento actual cuenta con más luces ... que sombras debido al importante incremento de sus ventas y la estabilidad de los precios que le acompañan desde hace más de un año.
Los efectos de la guerra en Ucrania y la previsión de una cosecha en la campaña olivarera 2022-2023 más baja de lo habitual hacen prever que este escenario continuará en los próximos meses, según los distintos expertos consultados por ABC.
Uno de los aspectos más destacados tiene que ver con el buen momento de la comercialización con cifra récord en cuando a las salidas de aceite de oliva de toda la serie histórica en junio tanto a nivel nacional como provincial, algo que ya ocurrió también en abril y en mayo, con 1,26 millones de toneladas enviadas al mercado en España desde que comenzó la temporada, mientras que en Córdoba se alcanzaron las 256.750.
Esta mayor demanda tiene su reflejo en los precios, que se mantienen por encima de los tres por kilo en el caso del virgen extra (AOVE) desde abril de 2021, algo muy poco habitual en este mercado caracterizado por los vaivenes y los dientes de sierra en sus cotizaciones.
Los datos oficiales de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible indican que la semana pasada el kilo de AOVE se pagaba a 3,59 euros, casi un 10 por ciento por encima de la cuantía correspondiente a hace un año y un 11 por ciento más que cuando se inició el conflicto armado en el Este de Europa.
La secretaria general de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales (Acora), Macarena Sánchez, señaló que «vivimos una situación geopolítica muy particular en la que el suministro de aceite de girasol se ve muy comprometido, de modo que los operadores tienen que buscar un producto sustitutivo, como es el caso del aceite de oliva, para atender las demandas de sus clientes».
La situación de incertidumbre ante la lluvia hace pensar en que estos precios se mantenga un tiempo
Asimismo, hizo referencia a la «situación de incertidumbre» existente por la baja producción que se espera en la próxima campaña por la falta de lluvias. En su opinión, esto provoca que «la disponibilidad de aceite de oliva a nivel mundial puede quedar muy por debajo de las necesidades de consumo de este producto».
En cuanto a la estabilidad de los precios, Sánchez resaltó que «se trata de una cuestión de oferta y demanda, ya que, hay poca disponibilidad de aceite, tanto en la actualidad como a futuro, por las desfavorables condiciones climatológicas para el cultivo, sobre todo para las explotaciones de secano, que se prolongan desde hace tres años», siendo la invasión rusa un factor que ha acelerado este escenario.
En cuanto a lo que pueda pasar a corto y medio plazo con los valores de venta, esta representante de Acora indicó que «en estas circunstancias dudo mucho que el precio pueda sufrir un descenso».
Por su parte, el presidente de la Organización de Productores de Aceite de Oliva y Aceitunas de Mesa (Opracol) en Córdoba, Miguel Fernández de Molina, achacó la situación actual del mercado oleícola a «la situación de inestabilidad internacional que se vive a día de hoy por la guerra en Ucrania, puesto que el desabastecimiento de girasol que este conflicto provoca está elevando los precios de este producto, por lo que, ante la igualdad del coste, los consumidores prefieren la grasa de mejor calidad, que es el aceite de oliva».
Este dirigente se refirió en este sentido al crecimiento del 6 por ciento de las exportaciones de zumo de aceituna en el último año, el alza de la cuota de mercado del 'oro líquido' en la gran distribución francesa o el incremento del consumo de aceite de oliva de un 80 por ciento en México.
Al igual que Sánchez, Fernández de Molina consideró que «es poco probable que los precios se reduzcan a corto plazo debido a la baja cosecha que se espera en la próxima campaña y a que la incertidumbre en el mundo parece que va a continuar». Del mismo modo, el máximo responsable de Opracol apuntó que tampoco es previsible que la demanda se contraiga.
En relación a la temporada de recolección que comenzará en poco más de dos meses, la Administración autonómica señaló que «la aceituna se encuentra en fase de crecimiento y engorde, con un tamaño similar a un grano de café, ya que las olas de calor de finales de mayo y principios de junio afectaron a la floración y el cuaje en muchas zonas, además de que se observan los efectos del déficit hídrico en numerosos olivos de secano».
Desde Asaja se subrayó que «existe preocupación en el sector por los efectos de la sequía que estamos padeciendo y por las olas de calor, puesto que la falta de lluvias ha traído consigo que los árboles no se encuentren en buen estado vegetativo, lo cual provocará sin duda una importante disminución de cosecha de los olivares afectados». Hay que recordar que la producción de la campaña 2021-2022 en Córdoba fue de 299.554 toneladas.
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